tag:blogger.com,1999:blog-36905558.post7721141301742865987..comments2024-01-23T18:10:50.311+01:00Comments on Vicente Luis Mora. Diario de Lecturas: La crítica creativaUnknownnoreply@blogger.comBlogger9125tag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-39344120542249921642018-08-09T17:49:11.715+01:002018-08-09T17:49:11.715+01:00El aparato crítico tiene su función, y cuando se u...El aparato crítico tiene su función, y cuando se utiliza bien me parece respetable. Pero es verdad, Manuel, como bien dices, que a veces se presenta en sustitución del análisis -creativo o no-. Y eso es un mal que hace inútil la investigación y lo confunde todo. Un saludo y gracias.Vicente Luis Morahttps://www.blogger.com/profile/02645684920765729611noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-61570120771700350572018-08-07T13:58:24.446+01:002018-08-07T13:58:24.446+01:00Se refiere, se asocia, se enumera, pero el sentido...Se refiere, se asocia, se enumera, pero el sentido nuevo, creado o desvelado, ya no parece el objetivo crítico. Se suplanta el análisis por el aparato. <br />Yo creo que lo que hay que dejar de lado, o reducir al mínimo invisible, es el aparato.Manuel G.noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-49421333779382156362018-07-26T12:04:59.262+01:002018-07-26T12:04:59.262+01:00Positivizar a ultranza los estudios literarios me ...Positivizar a ultranza los estudios literarios me parece un error; esoterizarlos también, por supuesto. Es difícil caminar en terrenos medios, pero, si no fuera difícil, ¿acaso sería divertido? <br /><br />Así que nada, Adolfo, a seguir divirtiéndonos, ya dijo el físico Planck (¡Planck!) que su móvil era el entusiasmo.<br /><br />Abrazos y gracias.Vicente Luis Morahttps://www.blogger.com/profile/02645684920765729611noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-1405075674099173122018-07-25T22:44:14.877+01:002018-07-25T22:44:14.877+01:00Para eso estamos :D. En mi estupidez pienso: si do...Para eso estamos :D. En mi estupidez pienso: si dos dialogan y se suma un tercero o tercera a argumentar, habemus debate. De ahí la insistencia :D. <br /><br />Últimos apuntes y no digo más.<br /><br />Cierto: una tesis no es un paper.<br /><br />Y ciertísimo esto también: "Pero tampoco tiene mucho valor un recitado escolar de tropos sobre textos archiconocidos, o un texto más sobre imagen citando sólo a Walter Benjamin".<br /><br />Y sí, claramente, se interpreta bien el sentido del post y no se aprecia una prescripción de jerarquías. Aunque no se puede obviar que tiene numerosas connotaciones la propia etiqueta.<br /><br />Por ejemplo, la crítica creativa tendría mucho que ver, a mi juicio, con acabar con esa voluntad de las humanidades, cito a Bueno, "de pisar en el terreno firme de una ciencia positiva que nada quiere saber de las especulaciones filosóficas". Es decir, no sólo el intento de convertir la crítica en una forma de reflexión lúdica en torno a la literatura, sino asimismo de poner fin al complejo del literato típico del siglo XX que intenta convertir la filología en una ciencia positiva. Pero que la filología no tenga la posibilidad de devenir en un saber positivo, no justifica el todo vale. El abandono del positivismo por parte de las humanidades no implica ni mucho menos que podamos, como diría Feyerabend, "proceder sin reglas ni stándares". #Postweb! creo que es un ejemplo de ello: pretende acabar con el positivismo y su cifra (curiosamente como bien dices Saum-Pascual se niega a citar los números de las páginas) pero procediendo con reglas. Reglas diferentes, reglas posthumanísticas, reglas del saber posliterario, reglas efímeras, reglas al fin y al cabo. <br /><br />Y en cuanto a la claridad, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices Vicente Luis (todo ello procede del concepto de verstehen de Dilthey se me podría achacar, que conste). Pero incluso la crítica más clara y concisa que pueda ofrecerse a ese "common reader", resultará un texto hermético si no dispone de unos rudimentos básicos de teoría (un concepto tan manido para nosotros como mímesis resulta un enigma para el común de los lectores). Ojalá fuera de diferente manera. Pero ya lo decían los latinos, Horacio entre ellos: no a todos les es permitido ir a Corinto.<br /><br />Gracias a ti y otro abrazo,<br />Adolfo<br /><br />P.D. - Textos más repasados que el flequillo de Cristiano Ronaldo :D. Pues sí, pues sí, doy fe. Aunque también debo decir que hay muchos "menores" muertos de risa y que son todo campo. De todas formas, no hay mayor desafío que meterse en una obra actual y ponerse a explorar casi siempre a ciegas. Digo casi siempre porque de vez en cuando aparece un tal Mora en medio de la selva y descubre un camino de bosque :P.Literatura Expandidahttps://www.blogger.com/profile/05014083441016526528noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-19051157874601015192018-07-25T16:21:48.297+01:002018-07-25T16:21:48.297+01:00Gracias, José Joaquín.
Adolfo, gracias por tu lar...Gracias, José Joaquín. <br />Adolfo, gracias por tu largo y sugerente comentario, y por tu voluntad constante de diálogo productivo. <br />Por responderte a un par de cosas: <br />Una tesis no es un “paper”. Una tesis, como bien apuntas, es una elección vital, algo que resume buena parte de tus preocupaciones intelectuales sostenidas a lo largo de los años por pura vocación investigadora. Quien lo probó lo sabe. Y ni siquiera un solo paper tiene por qué ser instrumental, lo que vuelve instrumentales los artículos es un sistema que sólo apela al número o lugar de inserción del artículo en vez de a su contenido estricto (por cierto, acaba de aparecer una sentencia del Tribunal Supremo español que critica este sistema y, al menos para el caso de la concesión de sexenios, obliga a tener en cuenta la aportación concreta de los artículos y no sólo su valor de cambio en el mercado de la carne de los ránkings o ránquines, horrible palabra esta última, by the way).<br />Que haya primado en mi entrada una corriente crítica concreta no quiere decir que las demás no sean válidas, o que la crítica creativa sea mejor que ellas. Sólo quiero con mi post dar a conocer que otra(s) filología(s) es/son posible(s). No hay jerarquías ni primados, sólo invitación. Me gusta la filología tradicional, aunque no siempre estoy de acuerdo, del mismo modo que leo Cultural Studies sin estar muchas veces de acuerdo con lo que leo. De todo se aprende, por supuesto, y coincido que lo único necesario es leer todo lo posible (tanto de fuentes primarias como secundarias), cosa que puedo decir en conciencia que hago, desde hace bastantes años, de forma documentable.<br />Concuerdo con tu opinión relativa a la necesidad de atención al texto y de no confundir verborrea con crítica creativa. Es así. De otra forma, como apuntas, no tiene ningún valor. Pero tampoco tiene mucho valor un recitado escolar de tropos sobre textos archiconocidos, o un texto más sobre imagen citando sólo a Walter Benjamin. Sé los encajes de bolillos que tienen que hacer los doctorandos de Siglo de Oro para decir cosas nuevas desde el método filológico tradicional sobre textos más repasados que el flequillo de Cristiano Ronaldo. El resultado suelen ser artículos de mero detalle e innovación casi inexistente. Por eso es necesario a veces un acercamiento desde la teoría de la imagen para repensar las écfrasis o las ὑποτύπωσις, como tú haces, para inocular un poco de sangre nueva en el análisis. Y está bien que así sea. <br />Respecto a tu lectura de Paglia, no estoy de acuerdo. Quizá has entendido algo diferente a lo que propugno. La claridad, decía Ortega y Gasset, es la cortesía del filósofo. Clarificar ni es superficializar, ni significa vulgarizar o vaciar de contenido un discurso, todo lo contrario. Es penetrar en él hasta la médula, para volver a salir y compartirlo sin traicionar su espíritu. Creo que hablamos de cosas distintas. Uno puede extricar a Blake o Lezama siendo claro o siendo oscuro. A mí me resulta más desafiante lo primero que lo segundo. ¿Acaso Dámaso Alonso vulgariza a Góngora al interpretarlo? No, lo clarifica. Quizá alguna vez en exceso, de acuerdo, pero nadie puede criticar el fantástico impulso que supuso para el entendimiento de Góngora la lectura realizada por Alonso de los poemas largos gongorinos. Creo que ahora se me entiende mejor. También, cediendo un poco en tu dirección, me gustaría que el posible público de la crítica literaria fuese más leído y menos alérgico a la teoría de lo que actualmente es. Todos tenemos que hacer camino: nosotros, hacia ellos; ellos, hacia nosotros. Ojalá nos encontremos en el medio.<br />Un abrazo y gracias. <br />Vicente Luis Morahttps://www.blogger.com/profile/02645684920765729611noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-74861841553648620932018-07-25T10:57:04.718+01:002018-07-25T10:57:04.718+01:00[Continuación]
Este es el principal peligro que l...[Continuación]<br /><br />Este es el principal peligro que le veo al modelo de crítica creativa: que al primar el ingenio frente a la razón, como en el modelo de Deleuze y Guattari, puede llegar a desorientar más que orientar; corre el peligro de desvirtúar el texto más que “habituarlo”; y la mayoría de veces tiende a oscurecerlo más que favorecer y facilitar su comprensión. Que el concepto de desterritorialización da mucho juego y es inspirador, desde luego. Pero aplicado en Kafka, oscure más que aclara, distorsiona su mensaje más que facilita la compresión justamente de sus metáforas.<br /><br /><br />Por último y con esto acabo, considero totalmente desacertada la opinión de Paglia: “all literary criticism should be accessible to the general reader”. Cambiemos literary criticism por quantum physics y nos llevaremos las manos a la cabeza. Hasta la más grande de las pensadoras patinan de vez en cuando. Porque no hay mayor mito en nuestro tiempo que la democratización de la cultura (y por extensión de la crítica). Es un veneno silencioso y letal del neocapitalismo. La democratización de la cultura favorece en último término la masificación de un espacio de resistencia como la crítica y su reconfiguración en un espacio de consumo popular. Si la opinión de un experto es tan válida como el o la lectora que consume best-sellers, el producto literario masivo se equipara a la obra de arte minoritaria (salvo excepciones que confirman la regla). Por eso el día en que la crítica sea accesible al común de los lectores el mercado habrá ganado. <br /><br />Decía otro grande España que “cuando la crítica deja de hacer su trabajo, el mercado hace el suyo. A conciencia”. No digo más. <br /><br />Un placer como siempre,<br />AdolfoLiteratura Expandidahttps://www.blogger.com/profile/05014083441016526528noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-63114876814110012492018-07-25T10:55:31.615+01:002018-07-25T10:55:31.615+01:00[Continuación]
Así pues, parte de nuestra investi...[Continuación]<br /><br />Así pues, parte de nuestra investigación sirve como forma constante de actualización de los conocimientos, máxime si uno imparte literatura actual. ¿Cómo comprender la literatura y el arte del siglo XXI sin haber leído a Rodríguez Magda, Berardi, Maffesoli o Bourriaud? ¿Cómo comprender la literatura mutante sin leer las tesis de Calles, Saum-Pascual, Pantel o Ilasca? ¿Cómo comprender la literatura actual sin estudiar punto por punto artículos como “Mapa de líneas estéticas de la actual narrativa en castellano”, “El futuro como estética” de Navajas, “Literaturas postautónomas” de Ludmer, “Barroco frío” de Noguerol o “El fin de la literatura” de Topuzian? Ese es el sentido de la investigación gris, no otro. Es formación, ni más ni menos.<br /><br />En cuanto a la cuestión que planteas, tengo mis reservas. Sigo pensando, después de darles muchas vueltas al asunto –es el centro del debate académico actual–, que por más débiles que resulten los cimientos de una crítica literaria (ya sea mutante a la manera de Javier, efímera como dice Alex, o creativa como planteas), se debe respetar el principio lógico de argumentación o tesis (la crítica o es logocéntrica, diga lo que diga el figura de Derrida, o es como dijo Abrams puro suicidio intelectual). En otras palabras, toda crítica ha de respetar, por débil, creativa, efímera o mutante que sea, el principio de verstehen diltheiano para evitar incurrir en ejercicios de fantacrítica: la crítica es un acto de comprensión, es decir, de (des)codificación y esa (des)codificación se organiza a partir de unos criterios establecidos según la síntesis de la teoría del consenso (Haberman) y el disenso (Rancière).<br /><br />Si la crítica creativa significa escapar de los moldes académicos sin dejar de ser logocéntrica, como en el caso del libro de Javier o Alex, bienvenida sea. En el caso de #Postweb! pasa eso mismo que dices: si bien “puede parecer un poco provocador, tanto desde el título como desde el índice y el esquema dispositivo, esa sensación se diluye nada más comenzar a leerlo, pues es un libro extraordinariamente inteligente e informado”. Aunque es verdad que existen distintas normas de publicación académica, eso no implica que dichas normas establezcan una normativa. La única normativa reconocida en el mundo académico es que un trabajo sea inteligente y bien informado, como así ocurre con #Postweb! El resto son pataletas de la ortodoxia académica y convenciones trasnochadas en un mundo gobernado por Kim Kardashian, Instagram, Spotify y Drake.<br /><br />Ahora bien, he aquí el problema, y no es el caso de los trabajos ni de Javier ni de Alex, si va a ser verborrea posmoderna a la manera de los peores Derrida y Deleuze, mejor regresar al espíritu más rancio de la estilística de Dámaso y dejar las cosas como están. A lo que voy es que no es necesario mantenerse en los moldes académicos estrictos, sino respetar cierto rigor filológico, y he aquí el gran mal de esta modalidad que planteas, según mi parecer. Pongo un ejemplo sonadísimo para ilustrar lo que trato de decir.<br /><br />Parte de la argumentación de una de las mayores expresiones de lo que bien podríamos considerar crítica (creativa) posmoderna, Por una literatura menor de Deleuze y Guattari, radica en la desterritorialización del lenguaje, cuyo paradigma es la forma, según ellos, en que Kafka se opone a la metáfora. La lógica (o la intuición) nos dice lo contrario: que Kafka es un autor profundamente metafórico. Ellos justifican la destrucción del consenso, siguiendo el modelo de la diseminación o la crítica deconstructiva de Derrida (cfr. “Ante la ley”), a partir de una cita tomada de los diarios de Kafka en que el autor expresa, al parecer, su desprecio por las metáforas. Pero si uno investiga un poco –¡ay, la curiosidad!– descubrirá que la frase está sacada fuera de contexto y que leída en su conjunto expresa justamente lo contrario: que Kafka odiaba las metáforas toda vez que la literatura depende de ellas para representar el mundo.Literatura Expandidahttps://www.blogger.com/profile/05014083441016526528noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-79117729223779355652018-07-25T10:48:34.119+01:002018-07-25T10:48:34.119+01:00Me gustan los escritores porque piensan de verdad ...Me gustan los escritores porque piensan de verdad que lo que hacen es importante. Sus novelones, esas publicaciones acartonadas que a nadie interesan.<br /><br />A. Mendébil, Fornite kills the poet star (2018)<br /><br /><br />Vaya por delante que el texto es rematadamente bueno. Sobra decirlo, si bien en estos tiempos del “homo lubitz”, en que prima el modelo kardashiano de sociedad y la egomanía 3.0, resulta obligado, recurriendo a una muletilla de un grande España, reconocer el talento de los demás. Con todo me veo en la necesidad de defender la parte que nos toca. <br /><br />Tienes razón y es verdad, Vicente Luis, en que hay una fiebre del paper dentro de la universidad. Pero también cabe decir que, si uno quiere resistir y mantenerse, o se contagia de ella o sus días en la academia están contados. Otro problema es si la investigación literaria sirve para algo o no, más allá de su portabilidad ensayística. Pero el mero hecho de otorgarle una función sería reducirla a una mera mercancía y no al fruto de una pasión personal. Mi tesis doctoral son 800 páginas sobre el tópico ut pictura poesis en el Siglo de Oro, que probablemente no interese a más de 15 personas en el mundo. ¿Importa? ¿Realmente importa? ¿Importa en realidad que sea citada o leída, o importa más lo que me ha enseñado y aportado el proceso de investigación al satisfacer la curiosidad y la “no passion spent” como diría Steiner? Y pensémoslo bien: ¿acaso no es esa misma curiosidad y esa pasión el motor de toda escritura?<br /><br />No obstante, es cierto. Es cierto que las universidades son desde hace años un mercado. Un mercado de valores, subvenciones, partidas y suplementos. Es duro decirlo, pero la universidad es un mercado de trabajo súper competitivo donde o publicas a un ritmo vertiginoso o puede que te desechen como la perfecta mercancía laboral que eres.<br /><br />De todas formas, pues todo hay que decirlo, existe cierto desconocimiento acerca del estado actual de la crítica académica, en especial aquella que aborda la literatura española reciente. Mejor que nadie lo sabes. Cito a una serie de nombres que me parecen básicos, además de los citados por ti en el post, para hablar con propiedad: Gonzalo Navajas, Alfredo Saldaña, Marco Kunz, Genara Pulido, Fernando Valls, Teresa Gómez Trueba, Francisca Noguerol, María Ángeles Grande Rosales, Enrique Ferrari Nieto, Carmen Morán, Alice Pantel, Roxana Ilasca o Marcin Kolakowski, y los que me dejo en el tintero o no alcanzo a conocer.<br /><br />Antiguamente a esto se le llamaba manejo del fondo bibliográfico –un claro ejemplo son tus investigaciones, dicho sea de paso–, imprescindible para hablar antes de escribir sandeces. Hoy día no importa. Es más, corre uno el peligro buscando el diálogo y el consenso crítico de resultar poco creativo y original. Es contraproducente, de hecho, dado que prima la novedad por encima del rigor. Reformulando las palabras de Ruiz Casanova, lo triste es que la filología ya ni tiene eco entre los filólogos.<br /><br />Tema aparte, vuelvo a ello porque es importante, es que por motivos laborales uno se vea forzado a colocar lechugas en mercados de abastos, sumar puntos para ver si en 2059 uno tiene la suerte de destruir todo los horrocruxes de Lord Voldemort y rezar para que le den la placita de pócimas en Hogwarts.<br /><br />El problema reside, ni más ni menos, en la “precariedad laboral de las últimas promociones de profesores” que mencionas. No se trata de una falta de talento, que muchas veces la hay, no lo vamos a negar. Pero se trata también de pragmatismo puro y duro. Por no hablar de que se nos olvida que los profesores de universidad, antes que investigadores, somos eso mismo: profesores, docentes, formadores de futuros profesionales de la enseñanza (o del neoproletariado de las fábricas ofimáticas, si se prefiere, si dejamos de lado el cinismo).Literatura Expandidahttps://www.blogger.com/profile/05014083441016526528noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-36905558.post-24101127394664664502018-07-23T13:11:01.157+01:002018-07-23T13:11:01.157+01:00Como la gran literatura, la crítica con mayúsculas...Como la gran literatura, la crítica con mayúsculas, necesaria y perdurable, se debe a la imaginación, elemento normalmente extraño al actual escolasticismo académico. <br /><br />He leído su artículo con interés. Gracias y un saludo.<br /><br />J.J.Zobra José Joaquín Zobrahttps://www.blogger.com/profile/04649365231149279736noreply@blogger.com