miércoles, 31 de marzo de 2010

Diálogos con la máquina


Aquí se explica el proyecto:

http://www.fronterad.com/?q=node/789

Y aquí se cuenta como me enfrenté a la máquina de hacer poemas de Tisselli hasta que di con un verso "de" Góngora:

http://www.fronterad.com/?q=node/791
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9 comentarios:

Adolfo González dijo...

Sinceramente, no me gusta el invento. Aunque no sé muy bien cómo es ni de qué se trata, si me ponen delante una máquina para hacer poemas, la tiro por la ventana.

Para maquinón ya está uno. Todo poeta que precie de saber reírse humildemente de su propia vanidad no puede permitir que nadie le llame inútil poniéndole una máquina delante para que escriba. ¡Adónde vamos a parar...! Puede que ésta postura mía te parezca un poco cateta, un poco cerrada, pero es todo lo contrario: abierta siempre a experimentar con todo las posibilidades de lo verdaderamente poético, que la poesía se hace de la palabra y trabaja con ideas humanas y siderales.

Te leo en silencio, pero esta vez no me pude resistir a comentar.

Un saludo.
Y mis respetos por haber experimentado con ello, que alguien tendría que hacerlo, supongo.

Anónimo dijo...

El simposio del método,congregado para ver el cielo a su hora...

Muy divertido el artículo sobre ese diálogo. Intuir a través del interés. Un saludo y hasta otra.
ç
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Una recuperación sobre Cobralingus, el proyecto narrativo de Jeff Noon

A book, or rather, an experiment in text by author Jeff Noon(Vurt, Pollen, Needle in the Groove). Cobralingus contains several pieces of text by different authors which "have been run through the cobralingus engine", which seems to be a procedure similar to what mixing does with music. It plucks samples from classic literature, cuts in filters or 'gates' such as 'overload', 'ghost' and 'add virus', processes which strip the text to it's bare bones, or pump it up to (and often beyond) breaking point. Noon mixes in more samples, the periodic table, the shipping forecast, keeping the words and meaning liquid, always extracting, reducing, focusing, distorting, finding new rhythms in the emerging forms, pushing and cutting the text forward, into the next remix.
Some compare this book with the works of E. E. Cummings. Full of strange but beautiful illustrations and texts juxtaposed against each other, Cobralingus seems to be a piece of art that you either love or hate.

El texto promocional en la contraportada del libro dice:

"Gracias por leer este texto promocional de la máquina Cobralingus

Cobralingus permite al lenguaje tomar parte en un futuro estado líquido de la conciencia.

Hace uso del proceso de Metamorficción aplicando técnicas de música de baile electrónica para la producción de palabras, disolviendo el lenguaje.

En este estado líquido,mutado, las palabras son transformadas; textos prestados son sampleados y modificados.


Atención, por favor: Cobralingus utiliza sólo tecnologías imaginarias y los extraños y retorcidos pasadizos de la mente de Jeff Noon

Este "blurb" está ahora terminado"


Dos reseñas (en inglés)

http://www.spikemagazine.com/0201cobralingus.php

http://www.complete-review.com/reviews/noonj/clingus.htm

http://www.amazon.com/Cobralingus-Jeff-Noon/dp/1899598162
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c.m.

Vicente Luis Mora dijo...

Adolfo, piensa en ello como un juego, no como una necesidad. Una posibilidad más, como aquellos poetas que tomaban sustancias o que escalaban altas montañas para expandir su sensibilidad. No creo que haya ningún problema, si uno tiene talento, la poesía acaba saliendo por donde puede y quiere.

Saludos, Carlos.

Anónimo dijo...

Me parece que la gracia está, como dice Vicente, en el juego y no en la imposicion, o al menos, en saber cuáles son los límites, las restricciones previas antes de ponerse a escribir con la Máquina. Los versos quasi-gongorinos son muy interesantes (y un buen planteamiento inicial para un cuento, incluso) A continuación, cabría preguntarse qué tipo de textos son más susceptibles de evocar, o qué poetas dan más posibilidades en ese diálogo con uno mismo que es el juego poeta/máquina. ¿Se podría llegar a Stevens, a Ashbery, cuántos versos? Pero no es algo tan importante.

Otro saludo.
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c.m.

logiciel dijo...

La máquina hace poemas perfectos. Te lo digo yo, que flipé cuando la conocí.
saludos

José Hervás dijo...

Como todo en este mundo, al principio causa estupor y recelo. Después, cuando nos vamos acostumbrando, ya no podemos vivir sin ello. En el caso de esta herramienta, hoy por hoy me la imagino como algo que utilizarán los chavales para cautivar a las chicas. Nosotros utilizábamos versos de Becquer y ellos utilizarán los que les proporcione la máquina.

Eso es ahora, pero seguro que dentro de un tiempo, si la cosa prospera, lo veré, y sigo hablando por mí, como algo útil y probablemente necesario.

croqueta dijo...

Inteligente la elección de Gongora. A mi modo de ver, denota un análisis previo de los límites de la máquina. Los diálogos que se establecen con ella son primordialmente formales. Probablemente cualquier otro poeta, menos obsesionado con la forma que Gongora, hubiera dado muchísimo menos juego.

Raúl Quirós dijo...

Algunos de mis profesores de la facultad investigaron (o investigan) largamente sobre la generación de poemas por ordenador.

http://www.poesiadigital.es/index.php?cmd=documento&id=15

http://www.elpais.com/articulo/internet/informatico/iba/poeta/acabo/ensenando/rimar/ordenadores/elpportec/20050608elpepunet_4/Tes

Algunos de los poemas no tienen nada que envidiar a miles de cosas ya editadas e incluso pasarían por escritos humanos. Más lejos fueron los chicos del MIT, con su generador SCIgen, que lograron "colar" varios textos científicos generados aleatoriamente en simposios internacionales. No llegó a ser un nuevo caso Sokal pero puso en evidencia ciertas deficiencias institucionales.

http://pdos.csail.mit.edu/scigen/

Sería divertido (qué digo, tremendamente divertido) jugar con estas maquinitas, a la manera de los test de Turing, y ver cuán lejos puede un "falso poeta" llegar en el mundillo literario, aunque me temo que falta demasiado humor y sobra vanidad...

Vicente Luis Mora dijo...

El problema, Raúl... ¡es que no se notaría! La poesía española está llena de poetas falsos, de falsos poetas. Saludos y gracias.