Huir de la imaginación es asesinar la novela. La autoficción es un fraude. Es el refugio de los narradores que no saben construir tramas ni personajes.La autoficción suele ser pornografía sentimental para llorar, enardecer o emocionar manipuladamente. Algo así como poner un niño enfermo en una película. Huir de la imaginación para refugiarse en la autoficción es un timo. El recurso de los impotentes.
Enhorabuena!
ResponderEliminarHuir de la imaginación es asesinar la novela. La autoficción es un fraude. Es el refugio de los narradores que no saben construir tramas ni personajes.La autoficción suele ser pornografía sentimental para llorar, enardecer o emocionar manipuladamente. Algo así como poner un niño enfermo en una película. Huir de la imaginación para refugiarse en la autoficción es un timo. El recurso de los impotentes.
ResponderEliminarGracias, José Luis, creo que en muchos casos eso es lo que sucede, como describo en el libro. Un abrazo
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