Mi demencial ritmo de compromisos –que debe disminuir, que voy a disminuir– están convirtiendo la lectura de Homo sampler. Tiempo y consumo en la Era Afterpop (Anagrama, 2008), de Eloy Fernández Porta, en una experiencia digna del propio ensayo. La lectura del libro, que hago a saltos espaciotemporales (comencé a leerlo en México, seguí en España, sigo con él en Estados Unidos) es toda una vivencia del RealTime™ que Eloy señala en el ensayo. Su lectura es como una experiencia intelectual paralela a todas las demás, de modo que llevo meses con el ensayo y todavía voy por la página 220. Pero el caso es que, debido a estas anomalías, Homo sampler me está gustando más, creo que por la lentitud y por la dificultad de acceso (requisito este último que Diderot consideraba necesario para cualquier empresa amatoria); Homo sampler es lo que leo en los escasos momentos en que “he terminado” con el mundo y puedo dedicarme un rato a mí mismo.
La lentitud de la lectura me está procurando una curiosa desviación más: al extenderse durante meses, está logrando abrirse un espacio cerebral propio, de modo que todo lo veo en modo homo sampler, sub aespecie portis, y la crítica mercadotemporal enriquece mi observación como si ya fuera parte natural de mi modo de mirar. Hoy quiero hablar de eso (de Homo sampler como libro hablaré en otro lugar, quizá en un formato diferente, no en una reseña; quizá Homo sampler sólo pueda analizarse –combatirse– desde otro libro), quiero hablar del modo de mirar de Fernández Porta, que me sacude continuamente cuando veo la televisión.
Dentro del primitivismo señalado por Eloy como uno de los elementos estéticos centrales de la estética Afterpop, es curioso cómo, en la edad de la hipertecnificación, el motivo del cavernícola tiene un inesperado predicamento. El regreso a nuestro pasado –no demasiado lejano en esa imagen, a medias memorable y a medias cursi, del reloj de la creación– es una forma natural del gag humorístico, es un recurso fácil que despierta nuestra sonrisa por dos motivos: 1) el cavernícola es todo lo contrario al hombre contemporáneo; 2) el hombre de hoy es un cavernícola profundo y maniatado por la corrección cívica. En esa dialéctica, aparentemente insalvable pero de total coherencia, hunde los dientes el arquetipo publicitario de la aseguradora Geico:
Una variedad del hombre atrasado y rudo, una especie de cavernícola intermedio, es el vikingo, utilizado para difundir las tarjetas de crédito de Capital One:
Fernández Porta apela también al imaginario musical para el asentamiento de sus hipótesis Ur u originales, primitivistas. Algo nada extraño,ya que la música genera siempre una conexión digamos prehistórica con el hombre: Schönberg decía que "La melodía es la forma de expresión más primitiva de la música", precisamente por el hilo invisible que la une al inconsciente. Al hilo de sus razonamientos he recordado varios casos de UrRock profundo: Bruce Springsteen y su estética de leñador o Neil Young, uno de mis músicos favoritos, rápidamente distiguible por su peliagudo look cavernícola. Otras muestras más atávicas serían Ozzy Osbourne comiéndose un murciélago en el escenario:
O el vídeo de Jimi Hendrix tocando el maravilloso solo de Hey Joe con los dientes:
Por no recordar otros casos de violencia ancestral, como Iggy Pop cortándose el pecho con vidrios en escena, o The Who destrozando el equipo al finalizar el concierto:
En cierta manera, el rock, sobre todo el rock duro, es una devolución a un estado primitivo del cuerpo, una base rítmica y acústica que nos sitúa en un estadio primordial, básico, anterior al civismo. Por eso, quizá, nos gusta tanto. Es rock and roll animal.
Toíto te lo consiento menos que trates de carvenícola a mi Neil sólo porque no va al barbero.
ResponderEliminarMira, logiciel, otro gusto común, porque Neil Young, que me descubrió mi amigo Javier Fernández, es de mi más íntimas pasiones. Y tiene una canción, como sabes, titulada "Albuquerque". No la he colgado en el post porque no está en Youtube con imágenes de él. Saludos.
ResponderEliminarBuen gusto tenemos.
ResponderEliminarSaludos
En primer lugar, Vicente, los fanáticos del advertisement to’ guapo ahí te damos las gracias por las aportaciones audiovisuales que propones.
ResponderEliminarLuego, sospecho que debería desprenderme de una vez por todas del derechazo que la lectura de Bricmont y Sokal me produjo (Imposturas Intelectuales —quizá porque nunca entendí la deconstrucción— y Homo Sampler son los dos únicos ensayos que de un largo tiempo a esta parte han conseguido centrifugarme las tripas a fondo), si bien advierto un poso de descrédito latente hacia la posmodernidad (cavernícola) que EFP sugiere; un «nada nuevo bajo el sol» filtrado, eso sí, por la sofisticación de la Factoría Eloy®. Pienso esto mientras releo el catálogo de situaciones rupestres-Ur – el primer ejemplo que recordé al abordar el pasaje que lleva por título «La melancolía de la cueva» fue el genial poema ‘pangeico’ ‘Erbame dich, mein Gott’, acaso empañado por esa falsa nostalgia posmoderna: “Probablemente los siete minutos veintidós / segundos más hermosos de la historia”, que dice Javier Moreno sobre los pentagramas redactados por Bach (evidentemente, el modo en que cierta sección del universo cultural asume los intercambios simbólicos induce al poeta a elegir Bach, y no el jingle Geeropa, como protagonista de la pieza). De igual modo que durante la lectura del ensayo pensé en el contraste entre la temporalidad NBA vigente en nuestro capitalismo y tus acaso anacrónicos elogios de la lentitud, precisamente en... ¡¡‘Pangea’!!: «Recuerdo —lentamente, sin prisa— a Torrente Ballester. Una anotación perdida suya en un libro secundario suyo (es decir, algo valioso, indispensable para mí: absolutamente deleznable para estos tiempos y empresarios): “Nadie se acuerda ya de aquellos alfareros chinos que dejaban secar la arcilla durante doscientos años par que fuera utilizada por sus descendientes.” En efecto. Todo ha de hacerse ya (“ya.com”, nombre de un proveedor de servicios de Internet). Dos segundos después, no vale: ya lo ha hecho otro.»
Pues eso, que Occidente debería peregrinar a Homo Sampler al menos una vez en la vida.
Un abrazo,
Bueno, Ibrahim, la cuestión es doble: en Pangea también hablaba del instante 24/h, del tiempo continuo que ya en 1998, cuando comencé a escribir el libro, me parecía evidente (el dato es demostrable porque en 2000 ó 2001 la primera -y muy larvaria- versión de Pangea estuvo entre los 5 últimos finalistas del Premio Anagrama, guardo la carta). Hay en Pangea una consciencia clara de lo que está pasando (con lo cual no hay anacronismo) y luego hay una resistencia ante lo que está pasando. Pese a lo que muchos creen (los que no me han leído, básicamente), no soy un tecnófilo acrítico, sino que en realidad soy un convencido de las ventajas de ciertas tecnologías así como un duro crítico de sus peligros. El capítulo referente al Derecho en Pangea es bastante elocuente al respecto.
ResponderEliminarCreo que la lentitud es necesaria, el otro día lo recordaba aquí a raíz de mi proceso de lecturas. Estar "al día", leer lo que va saliendo, a toda prisa, es condenarse intelectualmente a la mediocridad. Por ahí tengo una frase de Schopenhauer apoyando esta visión, pero creo que ni siquiera hace falta argumentarla, creo que cae por su propio peso. El pensamiento requiere tiempo: de otra forma, es sólo opinión alineada con las formas (ideológicamente sospechosas, como bien sabes) de la actualidad. Es condenarse a pensar según los ritmos establecidos por otros, no por uno mismo.
Hay que ser rápido leyendo pero lento, muy lento, procesando los datos. El desiderátum, obligatorio para todo intelectual que se precie del nombre, de volver una y otra vez a los clásicos, de la literatura y el pensamiento, ralentiza todavía más el proceso de recepción, y elimina el peligro de "presentificación" del razonar. Por ejemplo, cada vez tengo más claro que para entender bien ciertas cosas que están pasando algunos estoicos griegos son tan o más preciosos que Baudrillard o Bauman. Éstos dicen lo que pasa, aquéllos, las razones por la que seguramente (nos) pasan las cosas.
La lentitud no es anacrónica, es el único modo de supervivencia de la crítica, Ibrahim. Puedo equivocarme, pero creo que no. Uno debe conocer su tiempo -creo que lo conozco bastante bien, de hecho-, pero para analizarlo, para juzgarlo, para entenderlo, tiene que ser mirado desde fuera: bien sea desde un futuro próximo, como Ballard, Dick o William Gibson, bien desde un pasado próximo.
No hay tercera opción. Quien lo probó lo sabe. Abrazos, Ibrahim.
Hay un tema capital que planteas y que me suscita graves dudas, terribles convulsiones en mitad del sueño, ataques de pánico y dispepsia. Me refiero al concepto de 'resistencia'. Y digo esto porque cada vez más el pensamiento crítico, signifique esto lo que signifique, me parece no más que una ilusión, una broma de pésimo gusto, toda una (ahora sí) exhibición de anacronismo, dado que en ese peculiar multifacetado con que aparece ante nosotros [curioso: tú hablas de que la cuestión es doble; por mi parte, caigo en la cuenta de que los conceptos que más he empleado para hablar de cultura postindustrial son dicotomía y bipolaridad: puro estructuralismo], el capital acaba siendo el laberinto de Creta. Quien sepa escapar de él, que levante la mano.
ResponderEliminarEnsayo sobre esta idea en textos que aparecerán dentro de un tiempo. Mientras tanto, si te interesa (y aprovechando que tu post abraza la cuestión de la publicidad) aquí algunos apuntes sobre cómo la dinámica del mercado atrapa esa otra del pensamiento:
http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2009/03/fundamentos-del-indie-sobre-la-busqueda.html
http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2009/02/la-institucionalizacion-de-la-envidia.html
http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2008/12/repensar-lo-crtico.html
A lo mejor estoy cayendo del lado de la teoría conspirativa. Quién sabe.
Un placer discutir estas cosas contigo.
Saludos,
Precisamente por esos textos que citas decía que tú sabes del tema. No creo caer ni en la paranoia conspirativa ni en la teoría, muy ingenua, de que el capitalismo tiene la culpa de todo. También en los países ex soviéticos y en los regidos por dictaduras de izquierdas tiene la propaganda un papel fundamental, tanto o más que en los capitalistas, y también en ellas la dictadura de "la actualidad" determina a los ciudadanos hacia el pensamiento único; lo que ocurre que en unos sitios el mercado es lo único, y en los otros la revolución estandarizada. Dos cosas de las que es muy difícil escapar. ¿Estoy siendo bipolar con esto? No lo creo, lo es la realidad, me temo. La cuestión es, ya decida uno abrazar uno de los dos sistemas o ya se resigne uno a vivir en él, que hay que estar siempre alerta como intelctual y que hay que ser crítico como ciudadano. A esto llamo resistir. Sé que otros consideran resistir a luchar activamente contra el o los sistemas, pero a mí esa resistencia violenta no me interesa(incluso cuando se queda en lo puramente ideológico, no me interesa más que como síntoma de otras cosas que ocurren). Un ciudadano democrático se resiste a las agresiones, vengan desde donde vengan; sean exteriores al sistema democrático o interiores. Mi resistencia es intelectual, simplemente, si algo no me gusta me opongo (me resisto) ante ello. Pero lo hago limitándome a quejarme, escribiendo, intentando hacer reflexionar al público sobre algo que es un exceso, y que va contra el sistema democrático. Uno no es realmente demócrata si no se opone (democrática y legalmente) a las fuerzas antidemocráticas. Uno debe combatir protestando: serán las fuerzas del orden las que, en su caso, lleguen más allá, mediante las medidas coercitivas que el Estado les permite ejercer. Eso es un estado democrático, y un modo democrático de actuar. Lo demás no me interesa. Un ciudadano tiránico es tan despreciable como un Estado tirano, no veo diferencias. En cambio, un ciudadano democrático, un demócrata, se opone a la tiranía, venga de donde venga. Venga de los excesos del mercado o de los del partido único, venga de una dictadura de derechas o de una de izquierdas. Si son dictaduras, son todas iguales de perniciosas, y combatibles por igual. Visto lo visto, y ante el estado general de cosas, tengo claro que la única salida de las sociedades actuales es la democracia, con todos sus posibles defectos. Lo demás es convocar al alineamiento de ideas, a la violencia estructural y abrir la caja de Pandora. Resistir es democrático, porque todo lo antidemocrático tiende a agredir, por sistema, a lo que es sólido y tiene equilibrio. En cierta forma, la sociedad se divide entre quienes agreden, y quienes resisten las agresiones. Yo soy de los primeros. Los agresivos tienen multitud de países, por desgracia, en los que serán bien recibidos. Repúblicas o Estados bananeros cuyo reloj histórico no ha llegado todavía a 1789. Allí estarán muy a gusto, porque nuncan encontrarán a nadie con ideas distintas a las suyas, o con la libertad necesaria pra expresarlas... Saludos.
ResponderEliminarPor favor, Vicente e Ibrahim, este diálogo merece cambiar desde su naturaleza de comentario a la naturaleza de un post. Algo así, Vicente, como ya hicistéis con Agustín F. Mallo en otra ocasión.
ResponderEliminarPropuesta hecha, pues.
---------------
Comparto la reflexión sobre la asunción de la perspectiva del autor del libro para mirar la propia realidad, gracias al tiempo lento de lectura. Algo así me va sucediendo también ultimamente, pero con "Univesos Paralelos" de Michio Kaku, un libro de pura divulgación científica muy útil para analfabetas en ciencia como yo, muy a mi pesar, y que quería leer hace tiempo. Estas semanas todo lo veo desde el punto de vista del multiverso, por ejemplo.
Lectura fragmentada además también en mi caso, igualmente por la reducción del tiempo que le puedo dedicar a eso que, como bien dices, necesita lentitud: leer reflexivamente. A veces es agobiante. A veces es inútil mal-leer todo lo que se va proponiendo. Pero de ésto no tiene la culpa sin más la tecnología. Sino su uso, claro. Su uso en paradigmas de puro consumo: he asistido recientemente a una conferencia al respecto a cargo de los responsables de una de las mayores agencias de publicidad internacionales. El lenguaje es ese: inmediatez, cambio continuo, 24 horas de información si pausia, sí, pero de cambio constante también de esa misma información, de segmentación.
Contra ello, quizás lo primitivo. Como decías, el ritmo primigenio del rock, por ejemplo que es como la radiación de fondo de cualquier cultura.
En cuanto al ensayo de Fernández Porta, también lo tengo empezado y andando. Totalmente de acuerdo con lo que planteas. Es más, creo, (y no he acabado el libro ni mucho menos, así que no sé que habrá planteado el autor) que a mayor tecnología, mayores muestras de primitivismo se producirán posiblemente. Ya lo ha vaticinado de alguna manera el cómic o el cine o los videojuegos. Incluso la ciencia, diría yo.
Un abrazo.
Cuanto más tecnificados más bárbaros, sí. Son los mismos mecanismos de compensación, Luisa, que han movido a mentes exquisitas como Joyce o Gimferrer (difícilmente imaginables personas más cultas, ?verdad?) hacia abismos como la coprofilia, por ejemplo, cantadas o contadas en sus textos. Son los mismos mecanismos de compensación que han dejado sin dormir durante décadas a Steiner pensando en esos militares nazis que escuchaban música clásica antes de ir al campo de concentración. Son los mismos demonios que pueden verse en la película "Ghost in the Shell", por no decir en "Metrópolis". Están ahí: son los abismos de la civilización, canalizados a través de las máquinas. La cultura nos refina, pero no elimina algunos atavismos que laten en el inconsciente colectivo desde hace siglos. Saludos.
ResponderEliminarJa, ja, muy bueno Vicente. Hacía años que no oía esas canciones.
ResponderEliminarAbrazo
UrAgustín
Impresionante, impresionante.
ResponderEliminarNunca hubiera imaginado encontrar en tu blog las imágenes de Ozzy fagocitando el murciélago (premio si consigues encontrar las del canario en los premios de la MTV). Que conste que yo no apoyo la ingesta de animales vivos, pero en este caso...
Saludos.
Impresionante, impresionante.
ResponderEliminarNunca hubiera imaginado encontrar en tu blog las imágenes de Ozzy fagocitando el murciélago (premio si consigues encontrar las del canario en los premios de la MTV). Que conste que yo no apoyo la ingesta de animales vivos, pero en este caso...
Saludos.
Impresionante, impresionante.
ResponderEliminarNunca hubiera imaginado encontrar en tu blog las imágenes de Ozzy fagocitando el murciélago (premio si consigues encontrar las del canario en los premios de la MTV). Que conste que yo no apoyo la ingesta de animales vivos, pero en este caso...
Saludos.
Perdon...no me habia dado cuenta de que los comentarios eran moderados, de ahí la repetición.
ResponderEliminarRecia defensa de los valores democráticos, Vicente, pero ¿no se insinúa en tu discurso la dicotomía democracia/regímenes totalitarios? ¿Acaso no es posible imaginar otra cosa, que no sea totalitarismo ni democracia?
ResponderEliminarUn sistema diferente que no acierto a imaginar y que nos prive de las humillaciones y servidumbres, algunas mínimas y otras muy explícitas, que las democracias nos infligen.
Borges decía que la democracia era un abuso de la estadística. También es una máquina que forja consensos, y éstos, para convencer, domesticar, agradar y ecualizar las "almas" con la tabula rasa de una anestesiante inmunología psico-social, se cimentan en la mediocridad y condenan los discursos originales a la periferia, cuando no los asumen y domestican antes de proponerlos como consumo alternativo.
Tu defensa de la democracia es elocuente, me convence en muchos aspectos. Pero ¿no sería posible otro sistema que no se basara en la perpetuación de las desigualdades y, en definitiva, en la sumisión y la humillación?
Abrazos
En su momento, cuando era muy joven y algo insensato, me dediqué a recoger citas, como la que apuntas de Borges, contra la democracia. Llegué a tener bastantes; no es difícil, porque llevamos pensando el régimen tres siglos, y ha tenido muchos reformadores, muchos estudiosos y muchos antagonistas. El democrático es un sistema perfectible y que, quizá, sólo funciona bien en Gran Bretaña, donde no les hace falta ni siquiera Constitución escrita (sí tienen Constitución material, ojo) para regirse democráticamente; de hecho la primera declaración de derechos, el Bill of Rights, se publicó en Inglaterra en el siglo XVII, mientras los demás países seguíamos colgando a vecinas por ser brujas y delicadezas por el estilo. Pero, sin pensarlo demasiado, te lo digo tal como lo pienso, Stalker: democracia o infierno. No hay más. No puede haber un tercer sistema válido que no sea democrático. El único tercer sistema posible de gobierno que se me ocurre es la democracia inglesa. Si un sistema político no garantiza la libertad y los demás derechos de los ciudadanos, incluida la libertad de prensa, es una dictadura, una tiranía: ya la ejerciten unos pocos ciudadanos, uno solo, o todos. Si se te ocurre un tercer sistema, válido, aplicable y respetuoso a ultranza con los derechos humanos, no me lo digas a mí, no pierdas el tiempo: ve directamente a la Asamblea de las Naciones Unidas y proponlo. Te aseguro que pasarás a la historia instantáneamente como uno de los mayores pensadores políticos de todos los tiempos... Saludos, Stalker.
ResponderEliminarHay que recordar que el cavernícola, el hombre salvaje, el hombre de los bosques... es una figura muy antigua de los cuentos y mitologías, y seguramente no sea nada nuevo.
ResponderEliminarSu figura representa, creo yo, aquella parte o “aspecto” de la humanidad que vive fuera de los modos de la civilización. Estos Trolles resultan imprevisibles, toscos, terroríficos, simplones... y el héroe civilizado suele terminar burlándose de ellos, por medio de algún truco o engaño. Se trataba de reflejar el sentido positivo de la civilización.
¿Cual es el sentido de esta figura del roquero salvaje y de la publicidad cavernícola?. Teniendo en cuenta lo anterior, yo creo que tiene que ver con la autenticidad.
El hombre civilizado en la postmodernidad resulta ya un ser de vida inauténtica, degenerada, falsa; la base de su vida es el engaño, una vida insatisfactoria.
Frente a lo que pueda parecer, más que una demostración de violencia, o de fuerza bruta, me parece que estos estereotipos responden a identificarse con la autenticidad. El vikingo del anuncio representa alguien de gustos sanos y auténticos. Y el roquero salvaje y garrulo, representa también el hombre natural, en el sentido de auténtico, sincero, sin trampa ni cartón, frente a los modelos controlados, hipercivilizados, que representan la vida falsa, manipulada, edulcorada.
Como pose crítica a un tipo de hombre ultracivilizado, el roquero termina yéndose al extremo, degenerando en esperpento de salvaje, que se come un murciélago o un canario.
El mensaje que hay detrás de estos nuevos cavernícolas pueden ser: somos auténticos, hacemos lo que queremos y nos pide el cuerpo; no falsos, corrompidos e infelices hombres aborregados. Se le ha dado la vuelta al mito, como corresponde a las dudas sobre la civilización en la postmodernidad. Pero esto ya surge en Rousseau.
Por otro lado la cultura pop no se caracteriza precisamente por ser sutil. A la masa de consumidores dale alguna parodia lo más burda posible para que entienda ese arquetipo del hombre salvaje. Parece mentira, pero más sutiles parecen estos mitos en manos de las culturas campesinas.
Quizás si, nuestra cultura pop sea una cultura tosca y cavernícola, como nunca en la historia.
Por otro lado, el murciélago se ve que no es de verdad.
Hola a todos.
ResponderEliminarVicente, ante todo felicitarte por lo innovador de tus últimas reseñas (sí, ya sé que no te gustan los piropos, pero a veces...).
Después decir que es muy loable la defensa que haces de los valores democráticos. Pero discrepo en un punto. Me temo que normalmente es el poder y su sistema económico quienes parecen elegir el sistema político que más les conviene (ya lo comentaba mi alter storia con su estilo brusco habitual http://historiaficticias.blogspot.com/2008/04/el-escritor-comprometido.html, aunque nadie se dé por aludido, el escritor comprometido es otro que no frecuenta estas latitudes tan propensas a la crítica y el debate). Y en esto, el sistema democrático actual es el que mejor se ha adaptado a una economía capitalista.
Estoy de acuerdo en que el sistema democrático tiene más luces que sombras y esas luces lo hacen más justo que otros modelos (otra cosa es el tema de la explotación, pero no hay modelo que se libre de ello). Aunque también es cierto que la libertad individual desde la perspectiva liberal va como anillo al dedo a un sistema económico donde priman la iniciativa privada y la competitividad en un modelo de crecimiento económico continuado. Ahora bien, ¿qué pasaría si los problemas medioambientales se hacen tan graves que se requiere controlar esa iniciativa privada por miedo a una mayor degradación del entorno? ¿Seguirán afirmando los gobiernos que la democracia es el mejor sistema posible aún a costa de perder el poder?
La cosa asusta (tanto en el problema como en la solución).
Un saludo a todos.
Pues claro que asusta, Carlos. Cualquier situación social y política, pensada o llevada al extremo, es mejor ni pensarla. Está claro que la democracia es un lugar en el que puede haber excesos, pero también es el sistema que tiene medios especialmente pensados para combatirlos. De verdad, por más que lo pienso, cualquier otra solución me da escalofríos, porque se sabe cómo empiezan pero no cuándo acaban, o cómo acaban... Gracias por tu aportación, Carlos.
ResponderEliminarA mí la democracia me asusta. Me ha asustado siempre. La legitimación de las decisiones tomadas 'porque así lo ha decidido la mayoría' me parece un argumento de lo más tramposo y, además, resulta que es irrebatible. Vaya, que resulta perfecto en malas manos.
ResponderEliminarNo estoy justificando las dictaduras, ni por asomo. Pero puede que aún crea que debiera haber una elite en la que poder confiar -¡jajajaja!-.
Saludos
Querido Logi, te leo y me parece escuchar los monólogos de Ozymandias en Watchmen...
ResponderEliminarNo hay que comerse la democracia en bloque. No nos dejemos engañar.
ResponderEliminarLo bueno de la democracia es que por opinar no vienen a tu casa a matarte. O sea, hay libertad de expresión.
Pero lo malo es el "sufragio de masas", por el cual unos partidos mafiosos manipulan a la población ingenua de las maneras más infames.
(Hoy me sale la palabra "infame" para todo)
Bueno, Manuel, no sabría decirte...
ResponderEliminarDios, patria y rey siguen siendo intocables, a estas alturas del partido. Recuerdo un desgraciadísimo incidente relativamente reciente con el malogrado Pepe Rubianes que me puso los pelos de punta.
No se pierdan este video de violencia ascentral
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=s3v4B9jSUfc
Querido Benjy, gracias por ese estremecedor documento. A partir de ahora, la lista es esta:
ResponderEliminar1. Henry, retrato de un asesino.
2. Holocausto caníbal.
3. Natural Born Killers.
4. El vídeo que has enlazado.
Gracias.
...por cierto, donde dije ascentral digo ancestral, -espero que lo hayan entendido, no como un error, sino como una desviación de mi discurso.-
ResponderEliminarLogiciel: también dudo de que la libertad de expresión sea plena, pero mejor que en el Tercer Reich estamos. Ahora ya estariamos todos en Matausen.
ResponderEliminarRespecto a la manipulación de la masa y las élites. No confio en la élite tampoco.
Yo me conformaba con que hubiera un control férreo sobre lo que promete un político y lo que luego hace. El voto ahora no obliga a nada. Habría que fijar un contrato, eso haría que los políticos manipularan menos con promesas fantásticas, y que luego hicieran lo que prometen.
Mi propuesta es: voto bajo contrato de cumplimiento de programa.
Un buen sistema sería aquel en el cual un político por muy corrupto o mentiroso que fuera no pudiera hacer nada libremente, por estar completamente sujeto a control. Que no dependiera de las personas, sino del sistema. En el que no cupiera la fe o la confianza, sino las claúsulas.
Creo, como aportación sin ánimo de ofender a nadie, que una cosa es hablar de "democracia" en sentido global como uno de los mejores sistemas de gobierno, y otra cosa muy distinta es hablar -lo que sí conlleva la discusion real y debida- del resultado o consecuencias de los "hechos democráticos".
ResponderEliminarAparte de esto no creo que el rock, o el rock extremo como se ha llegado a apuntar por parte de alguien, tenga que ver con el primitivismo tal y como se plantea aquí, porque entonces me parece mermada la capacidad de quien eso defiende para entenderlo como una protesta contra lo "último", incluso contra lo democrático, con el sentido de protesta y de incordio que lleva implícitos.
Es más, mucho más que lo que se está planteando de forma tan simple por aquí, sobre todo por favorecer lo pop, de la que dimana esa sociedad popeísta y a veces insulsa. El rock como propuesta musical rebelde ante la sociedad se opuso al pop como manera de entender una sociedad más ñoña y confortable por su misma e íntima carencia de crítica social.
No sé si esto vale para lo que se está planteando aquí o estoy meando fuera de lugar.
¿Por qué no consta en el encadenamiento de vídeos propuestos por Vicente uno de Jim Morrison, por ejemplo, y quien dice de Morrison dice de Pink Floyd, y así un largo etc? Y es que me parece que se ha escogido lo que se ha escogido en favor de una teoría que ridiculiza lo que no debe ridiculizarse, desatendiendo que los hechos anteceden a las propuestas teóricas. No se ha atendido a los hechos sucedidos en sí mismos y sus circunstancias, a ese movimiento del que sólo se han colgado ejemplos "visualmente curiosos", pero cuyo trasfondo y momento histórico que los propiciaron jamás podrán ser entendidos por el pop, precisamente un movimiento que es contramovimiento o descarte de la violencia dentro de la democracia que a tantos asusta y suponen que no tiene lugar dentro de ella. Claro que la violencia es lícita... ¿Quién ha dicho que no? ¿quién pretende "pensar" al ser humano sin su capacidad de violencia? ¿Tal vez el pop? ¿tal vez lo afterpop? ¿Cómo se entenderá entonces la contracultura que va a favor de la cultura? ¿cómo la contrademocracia (hechos democráticos antidmocráticos) que favorece la perfección democrática?
Que la democracia es el mejor de los sistemas de gobierno conocidos es el primer tema de todo un temario que derivará en su último tema que de ninguna manera el sistema democrático es el mejor de los sistemas de gobierno... Y creo que quedarse con el primer tema del temario no es más que una anécdota proveniente de una sociedad pop-pop-pop.
Sigo vuestro debate con interés. Se llegue a la conclusión que se llegue, los cauces por los que discurre, son un buen ejemplo de lo que defendéis.
ResponderEliminarDicho lo cual, el comentario que quería hacer es en realidad un "off topic". Ya que hoy es 11M y estoy leyendo (prácticamente acabando) el libro de Ricardo Menéndez Salmón, El corrector, quería saber Vicente, si le vas a dedicar un post. Me está gustando mucho. Escribe genial el "tito" Ricardo.
Saludos y perdón por desviar la atención.
Pues no sé, Jordi. El libro ha salido estando yo aquí, y no vuelvo a España hasta junio, de modo que como no me lo manden autor o editorial, veo difícil hacer algo sobre el mismo... En fin, Ricardo, si estás leyendo esto, quiero que sepas que tienes menos detalles que un Panda. Sobre todo, porque creo que el libro lleva una cita mía en la solapa. Eso sí, nadie puede acusarte de intentar "camelarte" a los críticos ;). Saludos.
ResponderEliminarCoincido con el señor anónimo. Está muy bien todo esto, pero es sacar de contexto muchas cosas. Me viene a la mente la frase de Taleb en Black Swan: "talk is cheap".
ResponderEliminarY lo de cuestionar la democracia no tiene nombre. Me recuerda mucho a lo que decía Shostakovich de Picasso, refiriéndose a él como "bastardo" porque "defiende el comunismo en su sistema democrático con total libertad y él no sabe lo que es vivir en esta dictadura".
Obviamente, no se va a discutir sobre la dictadura soviética, pero es interesante ver como la actitud de Picasso se ha repetido mucho en la democracia. Muchas quejas pero pocas soluciones.
Siempre he dicho que cuando uno ve falta de discurso en otro, no debe quejarse, sino ofrecer el discurso que falta u otro alternativo. Espero vuestras aportaciones. Saludos.
ResponderEliminarMi aportación era esa. Pensar demasiado induce a maltratar lo concreto desde lo abstracto. Ahora pienso en "Auto de fe" de Canetti y el personaje del "hombre-libro".
ResponderEliminarLo de Shostakovich tampoco era casualidad. Cuando algún colega le venía con una cuestión filosófica o artística sobre el proceso creativo, el compositor soviético siempre contestaba "Intenta beber menos vodka".
A mí me gustaría aportar algo, pero soy consciente de que mis planteamientos son diferentes y no quiero incomodar a nadie. En Internet todo se exagera y voy a dar la imagen de un tiquismiquis que pretenderá echar por tierra mucha de las teorías que se ponen de moda o, peor aún, pasaron de moda y todavía no se sabe o se quiere saber.
En música pasó algo parecido: tardaron en reconocer que una obra aleatoria y otra serial sonaban de igual forma. Ahí entraron varios compositores entre los que destaca György Ligeti, quien preguntaba si la complejidad de la música era equivalente a la complejidad de la partitura.
Creo que con estos ejemplos se podrá entender la perspectiva que adopta mi crítica.
Yo creo que de espíritu cavernícola andamos bastante bien. Y si no, que le pregunten a Leo Bassi, por citar un ejemplo.
ResponderEliminarsaludos
Ibrahím, más sobre lentitud: Bauman dice que en la sociedad de hoy "cultura es la habilidad para cambiar de tema y posición muy rápidamente". Steiner, que: "la nuestra es una cultura de casino y azar, donde todo es apuesta y riesgo; donde todo está calculado para generar un máximo impacto y una obsolescencia instantánea".
ResponderEliminarHola a todos.
ResponderEliminarCon respecto a la lentitud y la resistencia o la lentitud como resistencia: en Córdoba formo parte de una huerta colectiva en la que colaboramos unas cien personas. Cada persona paga una cuota determinada y se compromete a trabajar en la huerta unas cuantas horas al mes. Hay una diferencia considerable entre alimentarte de las hortalizas de esa huerta e ir al Mercadona a comprar verdura. No sólo porque has tenido que echar un rato trabajando, con compañeros, sino también porque lo que te comes es lo que se ha previsto plantar y lo que se ha podido recolectar, no lo que en el momento de ir a comprar te apetece... Creo que es Bauman el que habla de la diferencia entre deseo y ganas hablando del contexto amoroso. El deseo requiere de proyección, mientras que las ganas están más están relacionadas con la inmediatez del instante.
Pd: Viene Houellebecq al Cosmopoética, no veas.
Un saludo.
Oche
Os pongo otro vídeo del reino de Ur
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=VlRXQEA0yj0&feature=related
Y uno con nostalgia de la tierra media
http://www.youtube.com/watch?v=wBDqRLkA8ew&feature=related
que son los dos extremos del rock.
No tengo el libro delante pero recuerdo que EFP en una de las partes de Homo Sampler habla de una señora de la limpieza como haciendo las veces de crítico cultural destripa algunos autores como Dalí mediante clichés repetidos que resultan graciosos y de una simpleza fácil de abrazar y tras la cual atrincherarse, dificultando la discusión sobre su validez. Ejemplos de este tipo surgen por doquier indicando las escasas diferencias entre una pintura abstracta de Kandinsky y las acuarelas del sobrinito de turno.
ResponderEliminarAsí: tardaron en reconocer que una obra aleatoria y otra serial sonaban de forma igual. Carlitox dixit.
Luego abren un libro de cálculo diferencial y no dicen esto es todo una chorrada y son signos escritos sin rumbo ni sentido, sino que expresan su falta de conocimiento matemático. Pues eso.
Recién me encuentro con esto que escribe Antonio Monegal en “En los límites de la diferencia, poesía e imagen en las vanguardias hispánicas”:
Elaborar una lista de los requisitos que una comparación interartística metodológicamente correcta debe cumplir es más fácil que llevarla a cabo. Al igual que burlarse de las torpezas ajenas es más fácil que ofrecer una alternativa eficaz.
Saludos.
Por alusiones (con permiso le Lemmy Kilmister), porque yo soy el rock and roll.
ResponderEliminarFuera bromas:
¿No pensáis que lo que se conoce como poesía pura (o quizá lo que yo considero poesía pura, léase Chantal Maillard a menudo, decidme si no estáis de acuerdo) no es sino un “retroceso” a un estado de comunión desde el individuo al llamado uno primordial?
¿No pensáis que en ese estado de “unidad primordial”, y en la subsiguiente cercanía del “ser humano único” o su pura pertenencia (aquí ya no sé) a la naturaleza, lo que se produce es el lenguaje de ésta y que ese lenguaje no es otra cosa que música? Es decir: ¿No pensáis que la poesía pura es la música de la naturaleza?
Y ahora, suponiendo que esta poesía pura fuera la madre, el origen, de toda poesía:
¿No pensáis que el rock es en esencia exactamente lo mismo pero logrado (sólo intentado en la mayoría de los casos, como en la poesía) con otros medios técnicos y tecnológicos: los que corresponden a esta naturaleza nuestra de segundo grado? (De ahí la impresión dicotómica tecnología-primitivismo, que por otro lado aquí se ve desde una óptica que no me convence en absoluto, pero no quiero entrar en esto de momento).
¿No veis una analogía entre la multitud de formas y mezclas que ha ensayado y ensaya la poesía con la multitud de formas y mezclas que ha ensayado y ensaya el rock?
De momento lo dejo aquí. Hay otros aspectos del debate que me interesan. Pero me gustaría que alguien se centrase en esto que pregunto.
Saludos.
P.D.: Vicente: a mí me interesa lo que pienses y desde dónde lo piensas, pues no es mi terreno original y creo que me puede hacer crecer tanto como el ahondamiento en mi propio terreno. Me da la impresión de que tú ves esta misma película a la inversa, desde tu terreno original, pero con la misma actitud.
Y creo que en medio está la poesía.
La democracia es estupenda, Vicente. De hecho, tengo muchas ganas de que llegue a España.
ResponderEliminar¡Quia! Tú sí que sabes camelarte a los lectores del blog. Gracias por las citas, con lo que a mí me gustan.
ResponderEliminarAnónimo, comparar a Dalí y Kandinsky con el Afterpop me parece un acto de soberbia bestial. El típico recurso de "en su día a fulano tampoco lo entendieron" no cuenta. No solo no cuenta sino que de tan usado es de lo más simple y típico.
ResponderEliminarLa comparación con el libro de cálculo diferencial tampoco vale. En las ciencias se cuenta el factor empírico y todo es demostrable.
Con este tipo de cosas no es así. Se puede llegar a cualquier conclusión. Como he dicho antes, es muy fácil construirse unas gafas para acceder a una visión del mundo que justifique cualquier pensamiento.
Es fácil, se deduce cualquier conclusión o procedimiento a partir de un conjunto de axiomas. Si algo "falla", no se corrige esa visión, sino que se adaptan las cosas o, incluso, se manipulan.
¿Por qué cada vez que se cuestionan ciertos planteamientos se recurre a descalificar esas críticas sin más? ¿Tienen miedo de que se desmoronen todos esos castillos edificados en la nada absoluta?
Criticar no es fácil. Los géneros musicales que se han citado en este post tienen un contexto que justifica su aparición y desarrollo. Lo fácil es deformar y distorsionar conceptos desligándolos de sus circunstancias para adaptarlos a una teoría.
Juan Carlos...si señor; a mi también me encanta la democracia, pero la de mi comunidad de vecinos, donde somos 20.
ResponderEliminarEs que con la palabra mágica "democracia" se cuelan muchas cosas, y lo que hay que hacer es ver qué formas democráticas son efectivas hoy y cuales no.
Desde luego que la democracia de masas y de dos partidos tiene muy poco de democracia.
Hay que hacer un completo acto de fe para molestarse un día e ir a votar pensando que un voto infinitesimal tiene algún efecto real.
¿Para qué moverse? Pero el ser humano es todo fé.
Hay quien es animal consigo mismo.
ResponderEliminarUr-Carnívoro-Delaboucherie.
http://www.youtube.com/watch?v=pUtvo3JVVPA
Siguiendo mi propia recomendación, hoy me esperado a que la cafeína me haga efecto para contestar. El problema es que lleváis un ritmo inalcanzable, muchachos.
ResponderEliminarOche y David Murders, qué bueno volver a veros por aquí. David, estoy de acuerdo contigo en que eres el rock and roll. Oche, ve a lo de Houellebecq y me lo cuentas, please, supongo que será en las actuaciones nocturnas. Cosmopoética es un lujo para Córdoba.
Juan Carlos, me alegro de que puedas quejarte públicamente de la democracia que nos falta en España; hace apenas 35 años te hubieran fusilado por eso.
Carlitox / anónimo: creo que os entendéis, así que prefiero no meter baza, para no acabar cobrando yo. Sólo apuntaría que el pasaje del que habláis en Homo sampler es una ironía, una crítica velada al "popularismo crítico" con sus mismas armas. Eloy lleva tiempo comisariando exposiciones y estudiando arte y videoarte, y sabe perfectamente de lo que habla; también sabe parodiar, y con gracia, lo que critica.
Saludos y gracias a todos.
me encanta la cita del mes correpondiente a marzo.
ResponderEliminarMás lentitud en un párrafo de Juan Antonio Ramírez. De Salonkritik:
ResponderEliminarhttp://salonkritik.net/08-09/2009/02/manifesta_7_y_el_fantasma_de_s.php
Manifesta 7 y el fantasma de Saló: restos, almas, esperanzas - Juan Antonio Ramírez
Leído en el blog del Instituto de Arte Contemporáneo. Originalmente publicado en Arquitectura Viva, num. 121, Madrid 2008
“(...)En la antigua fábrica de aluminio de Bolzano se ha montado la exposición “El resto del ahora”, articulada por Raqs Media Collective, un equipo curatorial de origen hindú. Tras la experiencia de abandono y soledad propuesta en Fortezza, parece lógico que los organizadores se interroguen por lo que ha quedado de nuestro pasado, por lo que puede utilizarse todavía de entre los desechos de la historia. La bellísima ruina industrial en la que se aloja la muestra pretende ser el marco para una nueva declaración de principios: frente a la pretensión de la ideología olímpica (asumida en su tiempo por los futuristas) de ir cada vez citius, altius, fortius (más rápido, más alto, más fuerte), se propone la alternativa del activista ecologista Alexander Langer, nacido también en este Tirol del Sur, de una nueva trinidad de virtudes: lentius, suavius, profundius (más lento, más suave, más profundo). Algunas de las obras expuestas parecen responder bien a estas intenciones como ocurre, al menos, en los tres casos siguientes: el británico Matthew Fuller regala semillas de las hierbas silvestres que crecen en el antiguo solar de St. George’s Hill, que es donde estuvo la primera tierra comunal de la Revolución Inglesa de 1649, y con ellas ha plantado un huertecito a la entrada de la fábrica ex-alumix (Digger Barley, se titula esta pieza, destinada a propagarse por todo el mundo gracias a los sobres de semillas que recogemos allí); el madrileño Jorge Otero-Pailos presenta la creación más espectacular de toda esta Manifesta con The Ethics of Dust, una enorme pantalla compuesta por muchas láminas de látex con las que se ha sacado “el molde” de la suciedad acumulada en una pared de esa misma fábrica de aluminio, que había permanecido sin limpiar desde su construcción en la época de Mussolini; el grupo Piratbyran (The Bureau of Piracy) ha dejado en la nave de la exposición el autobús en el que viajaron desde Suecia hasta Bolzano, con todos los restos de su taller itinerante, centrado en las prácticas subversivas contra esas leyes del copyright que tanto daño están causando a la libre circulación del arte y de las ideas.(...) ”
--
c.m.
Para lentitud, tampoco está mal esta "acción", porque creo que eso es lo que es, que supondrá tardar más de seiscientos años en tocar una pieza de John Cage:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundo/2009/03/11/rockandblog/1236738885.html
Pero lo de Cage no es exactamente "lentitud" es más bien el tiempo, una idea que obsesionó a muchos compositores.
ResponderEliminarOtro ejemplo es el movimiento del Cuarteto del fin de tiempo de Messiaen. Escrito para piano y violoncello, dura como nueve minutos y en la partitura se indica "infinitamente lento".
Ahora bien, tanto melodía como acordes están escritos con semicorcheas (asociadas a melodías fugaces) y son solo tres páginas. 9 minutos para tres páginas. Es una metáfora bellísima, pero como he dicho, tiene que ver más con la representación del tiempo.
Algo debe haber en la eternidad,algo más que tiempo:
ResponderEliminarDesde la serie croshatch o Racin Thoughts de Jasper Johns, las gigantescas pinturas sensibles a la luz del alquimista Polke, llegamos a, por lo menos,77 millones de imágenes
Brian Eno entrevistado en Wired, 2007
http://www.wired.com/culture/art/news/2007/07/eno_qa
http://www.youtube.com/watch?v=VRkNrWp6tLg
Roman Opalka
http://en.wikipedia.org/wiki/Roman_Opa%C5%82ka
http://www.mediaciones.net/arteymatematicas/?tag=roman-opalka
Tatsuo Miyajima
http://www.tatsuomiyajima.com/en/index.html
Una de sus trabajos que más me gustan:
Running Time
http://www.tatsuomiyajima.com/en/text/ucar.html
La cuestión da vueltas y vueltas. Un saludo.
--
c.m.
A propósito de la resistencia:
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/cultura/Detenido/escritor/Luis/Leante/arrancar/camara/vigilancia/instituto/elpepusoc/20090305elpepucul_5/Tes
Un saludo.
Oche.
Encantado, Vicente.
ResponderEliminarEso del rocanrol que me lo guardo para una solapa...
Salute.
Ahora ya no fusilan, Vicente, ahora se hacen cosas más sutiles: se conculca el derecho de igualdad entre los ciudadanos con la monarquía sucesoria, se impide que 100.000 personas voten al partido que tienen derecho a votar, se sienta en el sillón de los acusados a dibujantes de cómic, se hacen cosas así, pero no pasa nada, qué más da. ¡Qué bonita es la democracia que nos lleva de excursión!
ResponderEliminarLo primero que dije, Juan Carlos, es que es un sistema con problemas a la hora de su aplicación. En España también los hay. Pero, ¿de verdad no te dan miedo otras posibilidades? ¿Por cuál te decantarías? Propón alternativas. Saludos.
ResponderEliminarA Carlitox
ResponderEliminarLa música serial cambia el centro de gravedad tónica-dominante por una serie, a partir de ahí emplea los mismos recursos que utilizaba la música tonal como elementos expresivos. La música aleatoria prescinde de todos esos recursos.
Una persona que no hubiese educado su oído a nuestra manera occidental, diría que la música tonal y la serial en el fondo son lo mismo.
Yo no he comparado a Dalí o Kandinsky con el Afterpop.
Lo que quería decir es que precisamente lo que tú criticas con gafas correctoras y demás en tus comentarios se enfrenta con frases sueltas sin justificación. El arte (y por ende la música) como instrumento de indagación, lleva por caminos difíciles de transitar y costosos por lo poco fructuosos de sus resultados, mas es imprescindible practicarlos. La planificación del viaje no justifica de por sí los hallazgos topados, pero sin planificación no hay viaje, sólo vacaciones en Marina d’0r con Redislogar Cotransa o sucedáneos similares.
Se le podría también achacar a Ligeti lo absurdo de su pretensión de suplantar el tiempo por el espacio y arrogarse la verdadera música, de carácter más conservador, frente a esos artificios intelectuales que también él mismo criticaba.
Saludos sin acritud.
"¿Dar miedo?"
ResponderEliminarSí, a mí todo lo que no sea democracia me da un poco de miedo, porque no hay garantías constitucionales ni legales para los derechos de uno. Para tener un juicio justo ha de haber justicia. Saludos.
ResponderEliminarConstitucionalmente y legalmente te pueden mandar a la cámara de tortura, o te pueden bombardear. Todo dentro de la democracia.
ResponderEliminarEl problema es que se garanticen todas las libertades, y que el poder verdaderamente respose en los ciudadanos...¿Pero es así?.
¿No estamos en manos de mafias políticas?
¿Defiendes el sistema democrático "por miedo"?
ResponderEliminarEse es un modo muy sofista de leer mis palabras. Defiendo el sistema democrático por convencimiento, y los demás me dan miedo. No defiendo la democracia por el miedo a los demás, eso es un simplismo que no puede deducirse de lo que he dicho. Saludos.
ResponderEliminarMis alternativas a la democracia:
ResponderEliminar1. Una dictadura protagonizada por mí.
2. Una dictadura protagonizada por alguno de mis familares o "amiguetes".
3. Una dictadura protagonizada por algún "conocido".
4. Un democracia directa, efectiva, con un grado mayor de participación ciudadana, en la que los ciudadanos ofrezcan su opinión sobre asuntos relevantes con cierta frecuencia (no sólo cada cuatro años y con el único objeto de votar). Una democracia no global, sino suma de locales autónomas, en la que cada pueblo, ciudad o comunidad de vecinos asuma sus propias decisiones democráticas sin que los de al lado puedan enmendarlas o negarlas, a no ser que estén en juego derechos fundamentales. En derechos fundamentales no se incluyen, por ejemplo, "a mi no me apetece que te autodetermines", "tú eres un súbdito porque yo lo digo" y majaderías semejantes.
De estas cuatro, Vicente, mis preferidas son la de la dictadura protagonizada por mí y la de la democracia directa.
Juan Carlos, para ti esta cita de Habermas: "El Estado de Derecho aparece en su conjunto no como una construcción acabada, sino como una empresa accidentada, irritante, encaminada a establecer o conservar, a renovar o ampliar un ordenamiento jurídico legítimo en circunstancias cambiantes". Entiendo tu irritación, Habermas también, pero sé que en el fondo piensas que más vale lo imperfecto conocido que la dictadura por conocer. Saludos.
ResponderEliminarPor supuesto, Vicente, siempre es y será preferible la imperfección de la democracia, incluso con sus contradicciones, sus injusticias y la libre circulación de los libros de Murakami :)
ResponderEliminarLo peor de la democracia no es que permita los libros de Murakami, sino que permite los míos ;)
ResponderEliminarAl señor anónimo:
ResponderEliminarNo hablo de oyentes que no hayan oído nunca música aleatoria. Hablo de los propios compositores que llegaron a esa conclusión. Juan Hidalgo sería un ejemplo porque él probó ambas técnicas. Serial y aleatoria.
Lo de Ligeti es un poco absurdo. Él no pretende arrogarse la verdadera música. No creo que fuera tan ingenuo para hacer eso.
Yo en las discusiones sobre "arte" no entro. Supongo que se debe indagar y todo eso... pero otra cosa es indagar poco y mal... y luego conformarse con eso. Hay cosas que son de muy baja calidad y quieren diferenciarse de lo comercial. Lo que hacen al final es dar gato por liebre a los más cándidos.
A Juan Carlos Márquez le recomendaría que olvidara la política y se centrara mejor en escribir. También espero que su obra literaria no sea comparable a su "pensamiento" político.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus sabias recomendaciones, Carlitox. No sé cómo he podido sobrevivir hasta ahora sin ellas.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
A Carlitox
ResponderEliminarStravinsky decía que hay dos tipos de artistas, los que van creando su obra, y los que se enfrentan con problemas e intentan resolverlos. Juan Hidalgo se incluye a sí mismo en este último, así distintas herramientas, aleatoriedad y serialismo, resultados similares: frustración (o no).
De todas maneras, Juan Hidalgo comenzó a componer cuando el serialismo integral ya estaba en las últimas y ya estaba ,sino denostado, sí en entredicho las posibilidades que ofrecía.
Lo de Ligeti es un poco absurdo porque no ha entendido lo que quería decir. Culpa mía, es un poco ambiguo el párrafo. El que se arrogaría la verdadera música serían críticos conservaduristas con piel de cera, talmente.
Usted no “entra” en discusiones sobre arte, pero habla de Ligeti, Messiaen, Shostakovich en un blog que versa principalmente sobre literatura.
No sé muy bien como conectar todo esto con “pensar demasiado induce a maltratar lo concreto desde lo abstracto”, así que mejor termino aquí.
Saludos