1. Juan Goytisolo: 86 votos.
2. Rafael Cadenas: 51 votos.
3. José Manuel Caballero Bonald: 49 votos.
4. César Aira: 48 votos.
5. Carlos Edmundo de Ory: 47 votos.
6. Pere Gimferrer: 45 votos.
A más distancia quedan Tomás Segovia, con 35, y Fernando Vallejo, con 31. De los candidatos propuestos por los lectores, el más votado ha sido, sorprendentemente, el canario Isaac de Vega, un autor muy poco conocido fuera de las islas, con 36 menciones. Después, Nicanor Parra con 25 votos y Leopoldo María Panero con 21.
Revelo ahora mis propios votos: primero voté, para probar el sistema, por todos los candidatos; después, ya seleccionando, voté por Goytisolo, Gimferrer y Eltit. Evidentemente, todos los candidatos que yo propuse tienen calidad, a mi juicio, para recibir el premio y lo merecen; sólo que considero que estos tres nombres son más premiables, por diversas circunstancias, no que sean necesariamente mejores que los otros. Por lo demás, sería muy complejo y polémico comparar a un poeta con un narrador, o establecer juicios de preferencia entre ambos. Ya es complicado y polémico hacerlo entre practicantes de las mismas artes; entre escritores cuyos géneros no se tocan hacerlo es introducirse en un jardín donde los senderos te ensartan.
Es difícil hacer una valoración de estos resultados, por varios motivos. Primero, porque desde la misma IP podía votarse varias veces, lo que altera la consulta. Segundo, porque no tengo acceso al origen geográfico de los votos, que hubiera contribuido a aclarar algo más las cosas. Tengo la impresión, por ejemplo, de que se ha votado mucho más desde España que desde Latinoamérica, por el hecho de que 4 de los 6 candidatos más votados son españoles, algo inconcebible si el grueso de los votantes fuera de este lado del Atlántico (el americano, desde donde escribo).
Sin embargo, no podemos obviar que, votando una o varias veces, cada voto supone un apoyo a un nombre. Por ese motivo, mientras podemos dudar razonablemente de si los lectores prefieren más a Cadenas, Caballero Bonald o Aira, separados por 3 minúsculos votos, no cabe duda de que había una actitud favorable y claramente mayoritaria hacia Juan Goytisolo. De los 455 votos totales, 86 han recaído sobre Goytisolo, lo que supone que uno de cada cinco votantes ha elegido al autor de Señas de identidad, solo o en compañía de otros.
Parece que los votantes han preferido también a los autores de más edad y de más obra, algo lógico, ya que aquí no se está votando –desde luego no era mi intención– al autor más valioso, al “mejor”, sino al que pueda reunir los difusos requerimientos que deberían acompañar al ganador del Premio Cervantes. No sé cuáles sean éstos en la práctica, pero sí sé cuáles deberían ser: el premiado debería ser una figura de larga trayectoria, conocida y respetada en todas las orillas del idioma; su obra debería ser representativa de un concepto elevado del idioma común (esto es: debería ser una obra caracterizada por el uso completo, complejo, problemático y ambicioso del castellano; una obra que aumente y mejore el idioma, como lo hizo la de Cervantes), debería ser una obra de gran o indiscutible calidad literaria, y debería suscitar el consenso de lectores, escritores, críticos y académicos de todos los países donde nuestra lengua se utiliza. Estoy seguro de que eso ocurre con todos y cada uno de los candidatos que yo postulaba; en los de los lectores, lamento decirlo, ocurre en muy pocos casos, porque se han postulado muchos autores que son demasiado jóvenes o de obra aún escasa como para tener la condición de “premiables”. El Cervantes premia a una trayectoria, no a un proyecto inconcluso de trayectoria. También se han postulado otros nombres que me parecen de escasa calidad o simplemente ridículos, aunque no me apetece destacarlos.
No voy a hurtar un factor que a mí mismo me parece polémico, como es el de la inclusión –me extraña que no se haya producido debate sobre esto– de Gimferrer en la primera lista. Polémico no por el hecho de que no sea un escritor extraordinario, sino porque (buena) parte de su obra esté escrita en catalán. Puse su nombre casi sin pensar, de modo inconsciente, porque me parece un escritor hispanoamericano o hispánico indiscutible, en el sentido de “nacido en un Estado donde el castellano es lengua oficial”. Hasta una semana después no caí en la cuenta de que el Cervantes juzga obra realizada sólo en castellano. Pensamos los españoles en Gimferrer como en una figura única, cuando en realidad es un escritor de lengua doble, o esquizofrénica, o dos escritores. Yo le he leído en español, en catalán y en catalán traducido al castellano, y para mí es una figura sola, pero eso no tiene por qué ser así para los lectores del otro lado (este) del océano. Ignoro asimismo qué recepción han tenido las obras de Gimferrer en Latinoamérica; no sé si es un poeta conocido o no, supongo y espero que sí, ya sea su indispensable obra en castellano o la muy importante en catalán. A mi juicio, la obra en castellano de Gimferrer es más que suficiente para postularle al Cervantes, como en su momento la catalana pareció ser suficiente para convertirle en un serio candidato al Premio Nobel. Creo que el mayor premio de Gimferrer es ése, la rotunda necesidad de su existencia, la imposibilidad de “olvidarle” o de no tenerle en cuenta. El hecho de que sus últimas obras hayan sido controvertidas no es óbice para hacer como si la inmensa mayoría de su producción no existiera y fuera incontrovertible.
Para terminar, mi valoración sobre el resultado final, que coincide además con uno de mis votos, es obviamente favorable. Goytisolo es un autor que merece, desde cualquier punto de vista, este galardón. Sus posiciones políticas, ideológicas, religiosas, las críticas a su patria de origen, su personalidad, sus gustos estéticos, su extraterritorialidad o cualquier otro factor externo a la literatura no deberían ser tenidos en cuenta para nada; menos aún para la concesión de un premio literario. En España tenemos la detestable costumbre de juzgar la obra literaria por lo bien o mal que nos cae su autor, o por sus posiciones ideológicas o sociales. A Goytisolo, a la hora de valorarle como escritor, hay que atenerse a sus libros, a su trayectoria. Y pocas obras literarias hispanoamericanas han tenido la buena valoración universal que la suya ha tenido durante décadas. Esto es lo único que puede y debe contar.
Ahora sólo queda por saber qué decide el jurado.
El reloj de la encuesta me ha jugado una mala pasada: hace dos horas decía que quedaba una hora para finalizar la encuesta de los lectores (la otra se acabó esta mañana), por lo que escribí el post dando por supuesto que ya se había cerrado el plazo. Al publicarlo descubro que quedan unos extraños "58 minutos" que el sistema ha dado por sí solo de plazo extra. He intentado descolgar la entrada, sin éxito; también aplazarla, sin éxito. He optado por dejarla finalmente, pensando que en estos 57 minutos (además es ahora la 1.29 de la mañana en España) no se producirán cambios relevantes en la votación de los lectores. Si así sucediera, rescribiría el post, actualizando los votos. Perdón por este fallo, ajeno a mi responsabilidad.
ResponderEliminarObviamente que el origen geográfico debe de ser en un 90 por ciento de España. Si no, otra cosa hubiera sido el resultado. Obvio.
ResponderEliminarLas entradas se quitan dando "suprimir" y listo. La hubieras guardado en word para publicarla después, y luego borras el post, y listo.
Escribo para pronunciarme personalmente que Gimferrer sobra aquí como sobraría en muchísimas listas de "excelencias literarias". Jamás he entendido en qué cosniste su "excelencia", aunque esta no sea más que una duda mía personal... Dicho esto y aprovechando que expone cuáles son las características exigidas por parte de la convocatoria de este como de otros premios semejantes, aprovecho para soltar al aire paloma en forma de pregunta: ¿de qué manera podría considerarse candidato a este o cualquier otro tipo de premio como este -expresado lo expresado por ti- si ni siquiera Isaac de Vega (como muchísimos escritores de Canarias -me mantengo al margen del chovinismo y del localismo) si jamás, sin ir más lejos, se le ha concedido la oportunidad, y por tanto la atención literaria necesaria, para descubrir a un escritor con unas particularidades diferenciadas con las que monta unos textos, por tanto, diferenciados de lo normalizado (incluyendo las posibles "marginalidades" en lo normalizado). Me extraña, y me lleva la desconfianza de un crítico como tú (no es despectivo, aunque pueda parecerlo) que ni siquieres aproveches la ocasión para aclarar quién es Isaac de Vega -no en el panorama literario canario sino español en este caso, mientras te sueltas una perorata que sobra y sobra sobre las características lingüíticas sobre Gingerrer. Eso me extraña, que seas autor de volúmenes de crítica que reconozco una labor interesante por tu parte, pero que a la vez ahora me hace dudar sobre si tanto panorama crítico sobre literatura hispánica se ocupa de atender lo dado para hablar de nuevos horizontes... Sin buscar google, ¿sabrías explicar al resto de los mortales quién es Isaac de Vega, qué es el fetasianismo? Por lo que he notado creo que no ni te has molestado en ello. El hecho de este desconocimiento ya de por sí es muy grave, una forma de entender que seguimos sin caber y hacernos creer que pronunciar Canarias (sigo el juego tuyo comparativo cuando hablas de Cataluña) es como referirse a la Cochinchina... Por supuesto que al mismo tiempo que expreso todo esto no libero a mis instituciones de su poca o nula valía en este sentido, y quien dice instituciones dice nuestra propia efectividad difusora mediática y difusora que carece de tanto y tanto, pero no de buenos e incluso grandes escritores.
ResponderEliminarSaludos.
AJP
Yo he votado por Nicanor Parra y por César Aira, pero también lo hubiera hecho por Gimferrer y Goytisolo, cuya obra me parece impresionante.
ResponderEliminarAntonio, no pienso entrar en una polémica contigo y sí, lo siento, pero me parece chauvinista tu comentario. Los "críticos como yo" no resolvemos vía Google nuestro desconocimento. Cuando tenemos una laguna, esperamos al momento propicio para leer al autor que no conocemos, y lo leemos. Ya aclaré que no había leído a Isaac de Vega, y me temo que hay muchos españoles (y muchos canarios) que tampoco lo han hecho. Yo no sacaría a relucir los quizá cientos o miles de autores que yo sí he leído y tú no como argumento. Parece que tú sí. Enhorabuena.
ResponderEliminarSabes que no merezco esa respuesta a estas alturas, hombre... ¿Por qué todo te lo tomas tan mal si me dirijo a ti precisamente por la confianza que tengo contigo? ¿Cómo puedes perder esto de vista?
ResponderEliminarAJP
Antonio, las cuestiones dejan de ser "personales" cuando se hacen "públicas". Cuando quieras que algo quede entre nosotros, está el email. Zanjo -sin acritud y con tranquilidad- esta cuestión con este apotegma, con el que creo concordarás: los críticos debemos hablar de lo que nosotros queramos, no de lo que quieran los demás. En otro caso, los críticos serían la voz de su amo, no una voz propia y fiable (cuando sea el caso). Saludos.
ResponderEliminar¿eh?
ResponderEliminarMe gustan tus difusos requerimientos para ganar el Cervantes. Creo que deberías haberlos escrito antes en el post de "Consulta".
ResponderEliminarTodos sabemos que César Aira ganará el Nobel en 2020. Todavía queda tiempo para el Cervantes.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Ya venía siendo hora de mi indeseable visita trimestral (¿o ya semestral?). Con todos los respetos, yo el debate lo plantearía de otra manera: ¿qué interés tiene el premio Cervantes? ¿Qué más nos da si lo gana uno u otro? Normalmente se lo dan al que está más viejo y más enfermo y supongo que volverán a hacer lo mismo. Pero aquí se debate sobre quién lo merece y quién no, como si eso importase. El premio Cervantes es un certificado médico y no dice nada ni a favor ni en contra de Goytisolo o de Gimferrer que lo ganen o no. Es como un juego floral sacado de quicio, como lo del Poeta Laureado que hacen los ingleses. Y, más que ningún otro premio, tiene muy poco que ver con la literatura.
ResponderEliminarMe extraña que abondones el tono de debate literario y estético de este blog para hacer quinielas con prebendas institucionales, con laureles de quita y pon. Lo que es por mí, pueden darle el Cervantes a Boris Izaguirre, así nos reimos en vez de bostezar.
Un abrazo:
JLP
José Luis, respeto tu criterio. Lo que ocurre es que creo que tampoco pasa nada por levantar un poco el pie del acelerador, de vez en cuando, y comentar cosas no necesariamente importantes. Y por otro lado creo que el Cervantes levanta toda una serie de consecuencias -institucionales unas, culturales otras- que no originan los demás premios. Creo que un Cervantes bien dado, por decirlo de otra manera, puede hacer mucho bien, puede apuntar a una dirección donde el lenguage creativo se utilice de forma ambiciosa y ejemplar. Eso es todo, pero no es poco. Un cordial abrazo.
ResponderEliminarBueno, yo voté por Goytisolo, pero no elegí al autor de Señas de identidad, sino al de Makbara.
ResponderEliminarAJR
Un Goytisolo o un Gimferrer a mi me parecen personajes de Thomas Berhard, con su existencia ya definitivamente orientada al "gran premio". Los escritores -esos seres normalitos e inseguros (como todo ser humano en principio), pero casi siempre constantes y trabajadores- llega un momento en que empiezan a creerse oráculos, y terminan viviendo ficticiamente como envueltos de la "atención mundial". Pero la autoimportancia de estos dos personajes resulta algo irascible o herida, porque está claro que les falta el gran premio. Cosa distinta a un García Márquez que ya lo tiene todo y más bien transmite una dulce suficiencia.
ResponderEliminarBendito sea el anonimato. Cuidado con convertirse en un engendro de Berhard.
¿Conoces a alguno de los dos personalmente, Manolo? Porque si no los conoces y, a pesar de eso, te lanzas a especular sobre su psicología y deseos, el que se comporta como un oráculo a lo mejor eres tú...
ResponderEliminarGoytisolo, Premio nacional de las letras:
ResponderEliminar"Es una noticia, ni buena ni mala, sólo una noticia. A mi edad, ningún premio hace ilusión -señaló rotundo Goytisolo-. Me lo han dado y punto. Igual me sentiría si hubiese sido el premio Cervantes. No soy grosero, ni tampoco quiero ser descortés, pero no me produce ninguna emoción recibir un premio. Acabo de llegar de México, y lo que realmente me apetecía en estos momentos era dormir un par de horas y darme un buen baño»"
De declaraciones como esta, por ejemplo, yo interpreto que Goytisolo piensa que está dentro de lo normal que se le dé el Cervantes, y que se lo está mereciendo, si no no diría que se lo podrían haber dado como una cosa normal.
Si se siente en la necesidad de luchar contra la imagen de estar esperando ansiosamente el Cervantes, es que quizás le da miedo que se le note. ¿Puedo interpretar esto así? ¿Psicología barata?. Pero muestra una ansiedad grande por el tema.
No le conozco, pero claro, ¿debería interpretar siempre literalmente las cosas que suele decir el personaje? Yo que sé, será culpa de los maestros de la sospecha, Marx, Nixe, Freud, no del todo mía... o de Berhard que el muy cabrito nos ha contaminado. Por desgracia, ya es imposible creer en nada, menos en el personaje del literato.
Estimado Vicente:
ResponderEliminarha sido un buen ejercicio para auscultar la sensibilidad de la gente, y son muy loables los criterios que planteas, pero creo que presentan algunas dificultades evidentes, en primer lugar la de que se trate de autores que hagan un uso "problemático" de la lengua. Los premios suelen fraguarse a partir de consensos que apuntan al mínimo denominador común, es decir, tienden a recaer en candidatos que recaben unanimidades relativas, y eso, por desgracia, descarta a quienes hacen un uso más "problemático" de la lengua. Aparte de eso, es difícil establecer qué es un uso problemático; por ejemplo, no me parece que sea el caso de un autor como Caballero Bonald, para este lector un adalid de la poesía más conservadora y monolítica de los últimos cincuenta años. Tampoco aprecio, en general, los méritos de Gimferrer, o entiendo más bien, como le dijeron en una ocasión, que tiene bula: sólo así se entiende que sus dos últimos poemarios, apoteosis de una irrespirable estética neo-rococó, hayan atravesado el espacio crítico de este país casi con total impunidad. No te quepa duda de que otro poeta habría sido despellejado inmisericordemente, pero a Gimferrer... se le perdona todo. En otros casos es más fácil estar de acuerdo, como ocurre con Rafael Cadenas, que sería un dignísimo Cervantes; Goytosolo, probablemente, también.
Por otra parte tenemos el problema de ser conocido, difundido, leído y apreciado. ¿Cómo se consigue esto? Parece necesario que la academia avale y refrende una trayectoria. Hay que ingresar en el canon de alguna forma... ¿y cómo se ingresa en el canon? Al parecer de algunos, estando ya en él. A un conocido le rechazaron publicar un artículo sobre una conocida poeta de la lista de los lectores en una conocida revista literaria aduciendo: "El artículo no se admite porque la autora no está en el canon". Y aquí no importa que se problematicen la lengua ni las ideas; hay que haber ingresado en el discurso normalizado y haber sido reconocido como propio. Para eso es condición ineludible cultivar un lenguaje que fluctúe dentro de márgenes "admisibles"; lo demás será objeto de sospecha o juzgado terroristo intelectual, o considerado ininteligible.
En resumidas cuentas, en mi opinión pesan más los criterios de idoneidad política. La calidad literaria se presupone pero la historia del premio (de cualquier premio de envergadura) tiende a decantarse por obras más conservadoras. El riesgo interesa poco, y cuando éste existe con frecuencia es ninguneado. Es, además, un premio ostentosamente falocrático. Tu propia lista no sale indemne de esa tendencia.
Cosa aparte es la escasa elegancia con la que en ocasiones suele cocinarse. Para recibir el premio, por ejemplo, da muchos puntos el haber sido jurado previamente. Juan Gelman fue jurado del Cervantes que recibió Gamoneda. Providencialmente, al año siguiente, el propio Gelman lo recibió, estando Gamoneda en el jurado. En el jurado del premio que recibió Gamoneda había varios amigos y personas muy cercanas a su entorno, sin duda se quiso blindar el premio y que no hubiera posibilidad de que cayera en otras manos. Esto no quiere decir que Gelman y Gamoneda, grandes poetas, no merezcan el premio, que lo merecen, pero se podían haber hecho las cosas con más... "decoro". No era tan difícil.
Hay otra pequeña consideración que me ha sorprendido en tu lista, Vicente. Dices que has escogido a autores con una trayectoria consolidada, que el premio no recae, en principio, en proyectos u obras en curso. Pues bien, César Aira nació en 1949, y Olvido García Valdés, que no está en tu lista, en 1950. ¿Realmente un año basta para cambiarla de categoría y considerar que la obra del primero está cerrada y abierta la de la segunda? O eso o consideras que Olvido no es una posible candidata (más bien dentro de unos años), cosa que me sorprendería en ti, que siempre te has expresado en términos elogiosos respecto a su obra (comparto esa admiración).
(...sigo)
Para terminar, lo interesante sería que alguien, alguna vez, rechazara el premio. Parece que no ha ocurrido nunca con los premios estatales o institucionales de este país. Un rechazo rotundo por una figura respetada, que además criticara duramente el mecanismo de concesión, sería una saludable revolución en ese y otros premios. A juzgar por las declaraciones de Goytisolo, parece que el premio le importa poco, tan poco que podría optar quizá por rechazarlo. Aunque este supuesto es sin duda de una ingenuidad pavorosa. Ya veremos cuándo se lo concedan...
ResponderEliminarsalud
Dios mío, lo que ya me parece grave -más que grave, triste- es que ataques de una forma tan estentórea a cualquiera que participe en un blog tan abierto como tú sueles reconocer que es tuyo... Por supuesto que, visto de fuera, hay ciertos personajes con los que no haces lo mismo... Si tú crees que algunos no debemos participar en tu blog, entre ellos yo, pues me respondes por aquí o por mi correo personal, tanto me da. No hago tantos distingos como tú, empezando que no me parecieron adecuadas -ni en contenido ni en formas- las respuestas que me dedicaste anteriormente... O bien me expresé mal o tú cogiste el asunto como un ajuste de cuentas, no lo sé. Porque de una "funámbula" encuestilla de andar por casa, que era el asunto originario, a replicar de esta forma hay un buen trecho.
ResponderEliminarSi quieres y te apetece, explícamelo. Si no, déjalo correr... ¡Fíjate que me quedé hasta mudo!
AJP
Antonio, luego contesto porque ahora no puedo, pero vaya por delante que ni eran malas maneras ni un ataque personal. O este medio resulta aún más frío y poco expresivo de lo que parece o me expliqué mal. Luego vuelvo. Saludos.
ResponderEliminarSeñores, yo creo que lo realmente importante en esta encuesta (si es que puede haber algo importante en ella) es comprobar lo triste que resulta que una figura inmensa como la del escritor Isaac de Vega haya pasado durante más de 60 años desapercibida en el contexto literario español. Las razones de este desconocimiento son que no se autopromociona como algunos otros escritores canarios como Juan Cruz, Juancho Armas Marcelo, Fernando Delgado, Andrés Sánchez Robayna o Justo Jorge Padrón (porque parece que la única vía que un escritor perdido en aquellas latitudes olvidadas puede tener para ser simplemente leído es emplear el autobombo y el autoplatillo). La obra de Isaac de Vega merecería el Premio Cervantes tanto o más que la de los últimos premiados. Leámoslo.
ResponderEliminarAJP, me llevó a indignación que pudieras "desconfiar" de mí como crítico por no "aprovechar" para hablar de Isaac de Vega, siquiera mirando el Google. Yo no cubro -repito- mi ignorancia (que es mucha) a base de teclear en google; intento cubrir mis lagunas como creo que hay que hacerlo, leyendo sin prisas, con profundidad y consistencia, las obras, y no sólo las entradas de wikipedia. En internet consulto fechas, por ejemplo, o títulos exactos de libros, para luego encargarlos y leerlos. Pero la labor honesta de un crítico es decir: "macho, no tengo ni idea de quién es Isaac de Vega, pero busco en wikipedia, me leo corriendo un par de artículos y doy una opinión para salir del trago..." A lo mejor eso es lo que hacen muchos, pero no es mi caso. Prefiero reconocer mi desconocimiento y paliarlo cuando pueda. Digo cuando pueda porque en mi caso no sólo tengo yo que pagarme de mi bolsillo los libros (otros críticos, de origen universitario, se los cargan a su departamento), sino que además vivo en un lugar donde la obra de Isaac de Vega no es muy conocida y los gastos de envío para hacerlas llegar hasta aquí son una pasta. Así que tranquilicémonos todos, y demos un respiro al crítico, que bastante tiene con lo que tiene. Creo que no había motivo para que molestases, pero si lo hay, pido disculpas.
ResponderEliminarContestando, sobre un tema similar, al último anónimo, comentas que la obra de Vega no es conocida porque él no se postula ni se difunde. ¿Y por qué no lo hacéis vosotros? ¿dónde están los artículos de jóvenes (o maduros) canarios reivindicándole fuera de Canarias, dónde los libros publicados sobre su obra, dónde los artículos en congresos o libros de actas internacionales, dónde las citas de sus textos encabezando poemas propios, dónde una labor seria y sostenida de recuperación y difusión publicitaria como la que el propio AJP ha hecho con Antidio Cabal? Fíjate lo que tardamos Agustín Fernández Mallo y yo en apoyar y defender a Cabal en cuanto conocimos su existencia. Pero lo que no podemos ser es adivinos, la telepatía no entra dentro de mis dones, por desgracia. Así que menos echarnos la culpa a los demás y más trabajo propio de recuperación, interpretación, difusión y publicidad. Querido anónimo, deja de quejarte y abre un blog donde cuelgues, todas las semanas, párrafos comentados de Isaac de Vega, o reseñas de sus obras, o ensayos sobre su importancia. Haz, en fin, lo que hago yo con los autores que me gustan. Tómate la molestia de defender activamente lo que te interesa, en vez de criticar a los demás por no hacerlo. Envíame por correo las obras de Vega, como AJP me envió las de Cabal o como otros poetas canarios me invitaron, hace años, a leer la obra crítica de Pérez Minik, lo que siempre les agradeceré. Ya está bien de llantos, y pongámonos a trabajar, a hacer cosas por nosotros mismos, en vez de criticar a quienes sí trabajan, y hacen todo lo que pueden en la medida de sus posibilidades. Saludos.
Ese sí es un tono adecuado. Te lo agradezco mucho, y seguro muchísimo más tus seguidores... Y me parece bien que le hayas contestado a ese anónimo "canario" (que no soy yo, eh?). Yo en el fondo reconozco, y así lo manifesté en mi primera pronunciación, que la culpa es nuestra (entendiendo por nuestra nuestra idicosincracia canaria, nuestras ineficaces instituciones y nuestros malabaristas intermediarios de la cultura, de la edición)... A fin de cuentas, y en este caso, sí creo que era bueno que echaras mano de google (¿no te has presentado como un acérrimo defensor de las nuevas teconologías?), pero no para que "dieses la talla" sobre Isaac de Vega, sino para dar aunque sea de pequeñas indicaciones sobre lo que puedas averiguar sobre él e iluminar en lo posible a tus lectores. Nunca quise decir que buscando en google tuvieras que dar la sensación de saberlo todo sobre3 de Vega ni sobre nadie, pero sí que ante un nombre tan desconcertante y que nadie sabía nada, dieras tú aunque fuera unos "tintes biográficos", más si lo has aceptado como una proposicion de algunos de tus blogueros. No te pedía una tesis, por supuesto... Y que conste que parece loable que calles ante quien no conoces (yo también lo hago) e incluso lo manifiestes en público. Esto es loable. Pero unas breves notas sobre de Vega en estas circunstancias (a eso es a lo que me refería), aunque sea confesando que procede de google, no creo que hubieran desmerecido ni arruinado tu atrevimiento. Creo que más bien al contrario.
ResponderEliminarGracias por tu amabilidad y saludos. Creo que bien sabes que soy medio mosca cojonera...
AJP
(Habla el último anónimo:) La obra de Isaac de Vega ha sido estudiada por el profesor Julio Peñate Rivero, de la universidad de Neuchatel y Friburgo (Suiza), además de por importantes críticos isleños. Su novela "Tassili" fue publicada por Seix Barral hace años después de la lectura fascinada de Pere Gimferrer. Sus obras completas están publicadas por la editorial Idea, la misma que está publicando las obras completas de Antidio Cabal. Ni yo me quejo ni critico ni echo culpas a nadie, como tu afirmas, Vicente, sólo constato lo triste de un panorama literario que se basa en publicitar, en figurar, en aparecer en blogs, en vender, en promocionarse, en trepar y en adueñarse de un espacio tras otro frente a escritores silenciosos, verdaderamente marginales y auténticos como Isaac de Vega. Saludos.
ResponderEliminarY yo insisto, estimado y razonable anónimo, en que no basta con que Idea lo publique o un profesor en Neuchatel lo estudie. En 1992, cuando Seix publica esa obra, yo tengo 22 años y estoy terminanddo la carrera de derecho... Veo que Idea comienza a publicar la obra completa de Vega en 2005. Hay un "gap" editorial de trece años, cuyas razones desconozco, pero que ha minado el conocimiento público del autor. Para paliar este desconocimiento, si el autor no quiere darse a conocer (cosa en la que Vega está en todo su derecho, del mismo modo que otros escritores pensamos que no hay ningún problema en defender nuestro trabajo, y estamos en nuestro derecho de hacerlo), sus partidarios y lectores acérrimos tienen que seguir una estrategia de difusión activa. Es lo que yo he hecho y sigo haciendo con las editoriales pequeñas (como Idea o Baile del Sol, por citar 2 casos canarios), o con autores minoritarios. Tanto sean de los que no quieren publicitarse como de los que sí. Lo que importa es la obra, no las actitudes vitales. Y por las obras de calidad hay que luchar, hay que difundirlas, hay que darlas a conocer. Ese es mi trabajo como crítico. Pero quejarnos, insisto en esto, no ayuda a nada. Deja al autor en la misma soledad, en el mismo aislamiento, en vez de ayudarle; e incluso puede hacerle antipático, si la queja no se hace bien o es desmedida (ninguno de los dos es tu caso, sólo apunto ideas al margen). La mejor defensa es una difusión activa, voluntaria y desinteresada de la obra. A los demás nos deja pensando: "caramba, este autor debe ser bueno cuando hay alguien que se toma tantas molestias, desinteresadamente, por defenderlo". Creo que lo que digo está cargado de sentido común, y creo que estás de acuerdo. Sólo te animo a gastar energía en ese sentido, en vez de a denigrar a los autores que intentan (con todo el derecho, insisto) defender y publicitar el trabajo realizado con mucho sudor de su frente. A ver si las empresas, fontaneros y carpinteros van a poder publicitar su trabajo y los escritores no. Cada cual que haga lo que quiera, siempre que escriba bien.
ResponderEliminarY además (te) (le) ofrezco mi pobre ayuda: si alguien me envía un escrito sensato de dos a cuatro páginas, explicando la obra de Isaac de Vega a los lectores que no la conocen, apuntando razones para leerle y situándolo en el contexto literario actual, lo publicaré inmediatamente dentro de la sección "Firma digital invitada". De momento no puedo hacer más. Doy todo lo que tengo.
Un cordial saludo.
Yo que conozco a Isaac de Vega como persona y como lector, opino sinceramente que aquí hay una polémica que no es la suya, en cuanto a sus aspiraciones vitales, temáticas y programáticas que se plantea, digamos, en sus novelas que son el reflejo no sólo de su vida sino una parcela muy importante de ese llamado idioma estándar. Son cuestiones mercantilistas. Promociones se han hecho, aunque pocas a nivel institucional, pero se han hecho, ya lo dijo alguien por ahí. Críticos hay en ese pretendido centro irradiador. Quizás un pequeño fallo haya sido que nosotros, los de aquí de Canarias no le hubiésemos informado a usted y no le hubiésemos también mandado las novelas suyas porque eso de importarlas de Canarias le resulte caro. De todas maneras, alguien tuvo que haberle informado para incluír a Isaac de Vega en SU lista, y eso de leerse tantas novelas de un tirón también cuesta. Por otra parte, hasta los libros de texto donde se habla de nuestra singularidad literaria están muy mal y están editados por editoriales peninsulares. Disculpe el tono, es que hay cosas de su planteamiento que no me cuadran, no lo conozco como persona ni como escritor (perdone mi pecado)y no dudo de sus buenas intenciones ni de su entusiasmo. De hecho tampoco me cuadra el premio Cervantes, aunque creo que a Goytisolo deberían darle todos los premios habidos y por haber.
ResponderEliminarEn cuanto a Google le diré mi caso, ¿sabe usted que a través de este medio yo he contactado con infinidad de personas que dirigen revistas?¿Sabe usted el entusiasmo que me comunican cuando les doy noticias, textos y bibliografía de los escritores canarios vivos y muertos? Y no sólo esto, sino lo imcluyen en sus revistas digitales. ¿Sabe cuántas de éstas que han respondido son de la Península? CERO.
Y una última pregunta, ¿es cierto que si le mandáramos libros de aquí usted los promocionaría?
Creo que aquí hay una falta de diálogo y éste entorpece TODAS las orillas del idioma. pero una falta de diálogo que está en ese centro, aunque usted diga escribir desde otro sitio. Disculpe mi sinceridad.
Mis saludos:
Antonio Arroyo Silva
Secretario General de la Asociación Canaria de Escritores (ACAE)
Si Goytisolo no quisiera premios sencillamente ignoraría el tema; coherente sería pedir que ni se le mente, ni le molesten nunca más. Pero no, siempre orbitando, siempre remoloneando, siempre contribuyendo a construir la visión donde sea casi una necesidad que le den el premio, dándolo por hecho. Porque eso hace cuando dice, poco más o menos, que no le importará mucho cuando se lo den. Hombre, con las declaraciones..."Es una noticia, ni buena ni mala, sólo una noticia....sólo quiero darme un baño"...se ha pasado, ha sobreactuado. Si le importa un pepino, que se dé el piro, y no se acuerde más del asunto. Pero qué va, dará mil ruedas de prensa, mil conferencia y entrevistas, gracias a la atención del premio...¿para decir una y otra vez que el premio no le interesa?.
ResponderEliminarPor otro lado, creo que la encuesta no indica, quizás ni remotamente, lo que va a elegir un jurado, pero puede hacernos pensar variados asuntos. A mi me sorprende que en el microcosmos de este blog, una figura como la de Javier Marías, que parecía hace unos años ser la gran figura literaria del país, y que ha tenido enormes campañas de marketing, no cuente casi para nada. Es curioso. Hace poco se hablaba muchísimo de sus libros, pero ya no. ¿Podría ser esto señal de que realmente no ha calado nada?. ¿Podría ser que un autor parezca excelente durante unos años, aupado por un encantamiento, y luego sencillamente resulte malo? Sería extraño. No estamos hablando de un best seller sin pretensiones artísticas. Quizás yo no diría que se trató simplemente de una moda pasajera, porque de alguna manera, durante un breve momento, realmente pudo ser bueno. La verdad "objetiva de cada momento".
Lamento su comentario y el tono victimista del mismo, Sr. Arroyo. Le aseguro que, al menos en mi caso, no existe -y tengo pruebas documentales, entre ellas este blog- ninguna tendencia anticanarista o centralista, sino más bien lo contrario. Le aseguro que se me conoce por lo contrario, lo que ocurre es que usted, como bien dice, no me conoce. Tampoco se pierde usted nada. Un cordial saludo.
ResponderEliminarUn anónimo acaba de dejar un comentario que no he querido aprobar por contener insultos a terceros o palabras fuera de tono. Recuerdo a este anónimo las normas de etiqueta de este blog, que excluyen ese tipo de tono, motivo por el cual el comentario no se aprueba. Mis disculpas.
ResponderEliminarTe pido disculpas yo si el tono no ha sido el adecuado, aunque creo que no contenía ningún insulto. En todo caso, reitero, lo siento.
ResponderEliminarPero también reitero que me parece un tanto mezquino que para defender a un autor se esté denostando la obra , los actos y hasta las declaraciones de otros autores -Goytisolo y Gimferrer-. Entre otras cosas porque a cambio poco se ha aportado- aquí, en este debate- sobre la obra de Isaac de Vega.
Un saludo.
Como ves, se puede decir lo mismo, pero sin tanta dureza. Y, como habrás comprobado, por mi parte ni siquiera he entrado a refutar o discutir los ataques a Goytisolo y Gimferrer. Creo que sus obras (con sus altibajos, normales en trayectorias largas) se defienden solas. Saludos y gracias por dejar tu opinión.
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ResponderEliminarStalker, preocupado con lo urgente, había olvidado lo importante. Lamento decirte que no creo que mi lista sea falocrática, estuve dando muchas vueltas al tema y a ese asunto en particular, pero tuve que obrar con justicia. Por lo demás, habrás visto que la lista de los lectores responde a principios similares. Si la Gaite estuviera viva, por ejemplo, la hubiera incluido sin dudar. Pero sinceramente puse los nombres que consideraba oportunos y ajustados. Creo que dentro de veinte o treinta años, cuando la excelente generación joven de poetas y narradoras que tenemos a ambos lados del charco alcance cierta edad, el equilibrio se producirá por sí solo. Ahora tienen edad "premiable" por el Cervantes autoras que comenzaron a escribir en un momento de gran machismo social, con enormes dificultades.
ResponderEliminarEn el caso de Olvido García Valdés, como bien apuntas, no será por no haber defendido su obra, que me parece de las poéticas más interesantes del momento, sino que cometí un error pensando que Aira era mayor de lo que es. Pensé que era nacido en 1940 como mucho. Está visto que lo prolífico de su obra me ha engañado; debe tener ya más libros publicados que años... Pido perdón por eso, no por la no inclusión de Olvido, a la que veo joven y enérgica todavía, tanto personal como creativamente, y por tanto fuera de la edad premiable.
Sobre lo de aceptar / rechazar los premios, te adjunto una nota de Bernhard, de su novela "Los premios", que viene publicada en El País de hoy:
'"No estoy dispuesto a rechazar veinticinco mil chelines, decía, soy codicioso, no tengo carácter, yo también soy un cerdo". Esto dice de sí mismo Thomas Bernhard en Mis premios (Alianza), el libro póstumo recién publicado en España con el que se conmemoran los 20 años de la muerte del escritor austriaco. En él, el autor de Corrección explica las razones por las que aceptó cada uno de los galardones que recibió en su vida. Las razones, de hecho, suelen ser la razón: el dinero. De hecho, se siente "humillado" cuando se entera de que uno de ellos no tiene dotación económica. También cuando recibe el Premio Nacional pequeño (a una obra) en lugar del grande (a toda una trayectoria). "Durante todos los años en que seguí recibiendo premios", escribe, "fui demasiado débil para decir que no (...) Despreciaba a los que me daban premios, pero no rechazaba estrictamente los premios (...) Odiaba las ceremonias, pero participaba en ellas, odiaba a los que daban premios, pero aceptaba las sumas de dinero". En eso no se distinguía de Sartre, que rechazó el Nobel pero años después reclamó su dotación."
El "despreciaba pero no rechazaba" de Bernhard creo que habla más de un carácter enfermizo que de una "realidad" reflexiva literariamente. Sobre el solar de su pesimismo levantó toda una obra de arte que incluso creó en unos tanto desprecio como en otros tanta admiración... Quiero decir que es como si tomaras palabras de Leopoldo María Panero para apuntalar un tema como este. No me vale. Sólo espero de un personaje como Juan Goytisolo (que sí creo que es de todos, desde mi punto de vista, quien más se lo merece)que si se lo otorgan renuncie. Y no por aguar la fiesta, sino por ser fiel a lo que ha sido siempre: su discondancia con todos y con todo. En caso de que otorgándosele lo acepte a partir de ahora esto de los premios habrá perdido todo interés literario. Creo que es urgente poner un punto y aparte en esto de los premios y los premiados. Y pienso que esta sería la gran ocasión... ¿Acaso ha sido algún muerto de hambre cualquiera de los premiados hasta entonces? ¿O es que hemos de entender este tipo de premios como una coronación a una carrera literaria? Ante una posible respuesta afirmativa a esta última pregunta mi siguiente interrogación sólo la elaboraría con una preposición: ¿Para?
ResponderEliminarAJP
Buf... este es un tema complicado. Todos o la mayoría parecemos estar de acuerdo en que Goytisolo es uno de los pocos autores que se merece este premio. Entonces, si se lo merece y lo dignificaría con su consecución, ¿por qué renunciar a él? Imaginemos que lo hace, pongámonos en la hipótesis de que renuncia: los efectos serían nulos. Él saldría perdiendo, tanto en lo personal (económicamente), como en lo literario, porque este premio podría hacerlo más conocido para nuevas generaciones de lectores. Quizá alguno piense que su acto "le honrase", pero ¿de verdad necesita Goytisolo la honra ajena? Me explico: si renuncia, sus enemigos dirán: "ya está otra vez Goytisolo con su cansino antiespañolismo". Los amigos ya son sus amigos, haga lo que haga. El resto, es decir, la mayoría de personas, entre las que nos encontramos, se quedará igual que antes. Si hemos quedado en que darle el premio sería un acto de justicia, ¿no sería una injusticia por parte de Goytisolo renunciar al acto que, por fin, y tras tantísimo tiempo, le da el lugar que su obra literaria merece?
ResponderEliminarTodo esto es discutible, por supuesto. Es difícil saber qué es lo correcto y qué no en estos casos. Pero hay un hecho que me parece esencial en el premio Cervantes: el autor no se "presenta" al premio, sino que es elegido libremente por otros. Cuando uno es elegido de forma involuntaria por un grupo de personas, ¿no sería un poco desconsiderado rechazarlo, no sería dar una bofetada al criterio libre de unas personas que apuestan por el autor que les rechaza? En fin, no sé. hay algo inasible y escurridizo en esto.
1) Yo personalmente creo que si otorgándosele lo rechazara mediáticamente sería más bomba.
ResponderEliminar2) Si lo acepta habrá pasado de un espíritu renegado como hasta ahora él mismo se ha dado a conocer a ser considerado un "redomado".
3)¿Qué de españolidad o no españolidad le quita cuando él por propia voluntad vive y existe en un territorio nada español, de cuyo margen geográfico ha hecho su centro.
4)El que se lo merezca no conlleva necesariamente que tenga que aceptarlo.
5)Un personaje (personaje-escritor) como Juan Goytisolo no necesita ni de la honra ajena ni, lo que es más, de su propia honra. Él siempre ha sido un "deshonrado" popr propia posición personal y literaria.
6) Renunciando no creo que pierda nada económicamente. A Canarias (de esto soy testigo yo) lo han intentado traer muy bien pagado (con talón en blanco) y siemplemente no quiere, por lo que deduzco que no lo necesita.
7) Que "dar un premio sería un acto de justicia" sólo lo entiendo a nivel autonómico, provincial o de ayuntamiento. A nivel internacional no hay justicia que valga para reconocer a alguien que por sus obras ya es más que reconocido. Un ejemplo es que yo me compro cualquier libro que saque aunque luego sea una "porquería". Pero es que me interesa seguirle el rastro, y le compro lo que (entiéndase) menos valga de lo que hace o ha hecho.
8) Haga lo que haga sus enemigos seguirán siendo los mismos (incluidos los que lo consideran un "mariconazo" -¡uff, España, tan liberal en las leyes y tan castiza en sus aplicaciones!-)y sus amigos también.
9) Ningún premio de este tipo ppone en su sitio a quien se lo merece. Y quien crea en esto es que indirectamente está diciendo que no es un asunto literario que, por supuesto- no lo es.
10) Creer que cuando a uno le dan un premio literario significa que es elegido por otros y no por uno mismo me parece una solemne estupidez. Nada en este mundo es concedido, de alguna (por muy remota que sea) manera sin la intermediación de alguien próximo al candidato por alguna que otra razón.
Estos 10 "mandamientos" se pueden resumir en dos: "te amarás a ti mismo sobre todas las cosas y a tus libros como a ti mismo".
AJP
Respeto tu opinión, Antonio, aunque no comparto muchos de los puntos. Un saludo.
ResponderEliminar¿Por qué se escribe, anónimo? ¿Cómo tratamiento a la 'tradicional' esquizofrenia de los escritores? ¿Como acto desinteresado hacia la sociedad? ¿Como inmolación personal, en algunos casos? Puede que sí ¿Pero hay algo malo en escribir para ganarse la vida? ¿Le resta valor a una obra de toda una vida que un autor acepte o rechace un premio? Y no el 'premio de la asociación de blogeros anónimos', sino el Cervantes. No creo que lo haga menos honesto a los ojos de sus lectores. A buenas horas mangas verdes. La honradez, honestidad, consecuencia o lo que sea, para mí no es eso.
ResponderEliminar¿Que no compartes "muchos"?
ResponderEliminarSi no me los aclaras estás proponiendo que sospeche de algo mnmnmnmnmnm... Siempre te has caracterizado por ser un gran rebatidor. ¿Por qué ahora no o conmigo no?
AJP
¿Victimista, Sr. Mora? Es de admirarar su capacidad de introspección...Y eso que no me conoce usted a mí. Yo no suelo polemizar. Cuando algo no me cuadra lo digo. En este caso eran dos cosas que no pienso repetir por ya dichas.
ResponderEliminarSé que usted es el director del Instituto Cervantes de Albuerquerqur. Lo de los textos de editoriales peninsulares sé que no le incumbe. En ello estamos trabajando muy oportunamente y se llevará el tema a los organismos pertinentes. Pero ya que usted parece tan preocupado de esa literatura no centralizada, y dado el organismo al que pertenece, ENTERESE.
Sigo opinando que su revista está genial, incluso la sigo por mi reader...pero permítame la expresión: en su preciosa La Mancha ha llegado a una Ïnsula Barataria. Me preocupa mucho esto, porque he visto sus grandes logros.
Otra cosa, le aconsejo con todo mi entusiasmo que lea Fetasa, y entenderá lo que dije al principio de mi anterior mensaje. Opino lo mismo que usted, ¿cómo es posible que teniendo una lengua tan rica en variedades y literatutra haya tantas islas que salvar?
AJP, tu comentario parece una réplica al mío, de lo cual se deduce que aquello en lo que tú no estás de acuerdo conmigo es lo que yo pienso. Si quieres lo explicito, pero creo que las diferencias entre lo que tú piensas y lo que pienso yo están muy claras. Un saludo.
ResponderEliminar¿Te diriges a mí, Logiciel, contestando al tal "anónimo", o a otro?
ResponderEliminarAJP
Me refería a ti, AJP, perdona pero sólo he visto el encabezamiento.
ResponderEliminarNo pretendo entrar en discusiones agrias en torno a un tema como el de los premios, pero desde mi punto de vista creo que con demasiada frecuencia perdemos la perspectiva. A mí personalmente no me desmerecería en nada que un escritor como Goytisolo aceptara el premio. Tampoco me parecería mejor si lo rechazara. No cambia en nada la opinión que pueda tener de su obra. Al fin y al cabo supone dinero y prestigio, ¿y no es eso lo que buscan la mayoría de escritores con obras mucho más mediocres?
Visto desde esa perspectiva lo mejor es montar un puticlub que da más dinero... No sé si te valdrá la respuesta.
ResponderEliminarAJP
No me vale, es evidente, espero.
ResponderEliminarsaludos
Pues no sabe cuánto lo siento... Esperemos entonces por la perspectiva del amigo Vicente.
ResponderEliminarCierro el telón.
Saludos para todos.
AJP
La postura del amigo Vicente es que no se escribe por dinero, pero escribir es un trabajo y no está mal verlo recompensado de vez en cuando. Al hablar con muchos escritores y críticos me dicen que ellos no hacen ya nada gratis, porque cuando es gratis quienes lo encargan se pasan el trabajo por el arco del triunfo (y por desgracia, es cierto; lo sé bien, porque yo hago gratis un 80% de mi trabajo, tanto creativo como crítico). De modo que el amigo Vicente equidista entre vuestras dos posiciones: ni tanto, ni tan calvo. Ni tontos, ni pasarnos de listos. Y un premio al que uno no se presenta me parece un medio más que lícito de ser recompensado por el trabajo. Sobre todo, porque es involuntario, inesperado y, se supone, merecido.
ResponderEliminar- Rechazar el premio, en la dinámica de Goytisolo, quizás sea lo mismo que aceptarlo; sería una forma también de participar en el show.
ResponderEliminar- Restarle importancia a una futura concesión, esforzarse de antemano en mostrar todos los remilgos (pero sin cortar amarras), indica más bien que se fantasea sobre el premio. Freud y Berhard son una mina para explicar los sentimientos que generan los premios, los remilgos, el desear secretamente, los sentimientos de culpa...
- He fantaseado alguna vez en una ceremonia del Cervantes donde el premiado anuncia que todo le parece una pantomima y que la pasta y su esfuerzo a partir de ese momento serán para defender a las lenguas indias "contra" el castellano. Para joder más, el discurso podría darse en Mapuche o en Náhuatl. Pero uno lo piensa, y realmente, como digo arriba, esto sería en el fondo participar igualmente en el show.
- Hablando del rechazo de Goytisolo al premio uno termina dando por supuesto que se lo van a dar. Así funcionan los remilgos de nuestro amigo. "No me preocupa", "no me importa"...con declaraciones así el interesado construye un marco donde parece a la opinión pública que ya se es premio Cervantes "de necesidad". Se desvía la discusión sobre la situación previa, donde todavía no se es el premiado y puede no serlo, porque hay otros muchos; está todavia por verse. No es algo tan inocente.
- Si a alguien le molestan los premios, a lo mejor tendría que decir alto y claro que él no colabora en ningún montaje más, que le parece repugnante siquiera que le consideren. Sin embargo, los que reniegan por anticipado de los galardones.. ¿hacen algo alguna vez para que a nadie se le ocurra considerarlos a ellos?. En fin, quiero decir... el recibir un premio como este sólo es posible si eres un tipo "serio", "respetable", "presentable" y homologado. Es muy fácil, si uno quiere, descalificarse para el premio. Borges por ejemplo, apoyó a Pinochet, y la cagó con el Nobel. Pero también podría haber sido por otra cosa más tonta, qué se yo, vestirse de "gótica". Lo mismo que por decir algo lo suficientemente inconveniente. Más todavía si amenazas con actitudes impresentables en la real ceremonia. ¿No se os ocurre nada sencillo para autoexcluirse de los premios si no te gusta que te molesten?. Pero claro, los mismos autores se esfuerzan por homologarse para ser candidatos. Recibir un premio dado por otros, y más en determinados premios como el Cervantes o el Nobel, no es algo tan despreocupado para el autor como parece, requiere un largo trabajo de autohomologación.
ResponderEliminar- A Goytisolo le debería preocupar ser y verse como un autor homologado para el premio que menosprecia.
Pues cerrado el telón me pregunto qué acabo de ver... SHOW!!!!!
ResponderEliminar1)
- Premien a este o premien a aquel.
- Lo acepte o no lo rechace.
- Con post con votación o sin ella.
2)
- ¿Quién se lo llevará? Alguien
- ¿Quién ganará el pastón? Alguien
- ¿Quién ha perdido? El poeta que ha ha escrito todo esto perdiendo el tiempo en lugar de escribir un poema por el que nunca cobraría.
AJP (Me estoy durmiendo)
Ojo, que yo no he dicho en ningún momento que se deba escribir para ganar dinero, sino que la coherencia, la honradez o la honestidad del escritor-persona se demuestra a lo largo de todo un planteamiento vital, y que no creo que deba depender del aceptar o no una 'recompensa' a una trayectoria exclusivamente profesional, en este caso creo que merecida.
ResponderEliminar(El anónimo defensor de Isaac de Vega escribe:)
ResponderEliminarCreo que Antonio J P se ha convertido en el nuevo Yahvé de la literatura canaria. Proclama ya sus diez mandamientos y todo. No en vano sus apellidos lo avalan (la J y la P de dos ilustres poetas de la lengua, JRJ y OP). Pero no parece que esté muy bien informado, pues el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas invitó a Juan Goytisolo a unas jornadas sobre Las Mil y una Noches hace años y allí estuvo sin ningún problema. Por cierto, Isaac de Vega no sabe nada de lo que aquí hablamos sobre él, se dedica a pasear meditabundo recordando sus días del barranco de Ijuana. Bendito él. Saludos.
He tenido que publicar este último comentario porque no contiene insultos, pero rogaría a los participantes que se abstuvieran de este tipo de polémicas locales, que por cierto suceden bastante cuando se habla de literatura canaria en este blog. Por favor, o cortáis esto vosotros o lo corto yo. La réplica por alusiones de AJP será el último comentario al respecto.
ResponderEliminarNi como juego me parece interesante. Cada lector va a tener su candidato, cada candidato, la "peña" que le apoye en el jurado. Es como cuando "Marca" sigue preguntando: "¿Deberían ir Raúl y Guti a la selección?" Y al seleccionador (menos mal) le importa un carajo lo que opine la gente. Sí, sí, la voz de la gente, la voz del pueblo: democracia y todo eso. Pero sólo sirve pàra rellenar páginas. Si al final hay numerosos candidatos que realmente merecen el premio. Bueno, perdón si fui muy tajante. Pero es como si el asunto estribara en algo así: ¿Usted cree que la cecina de Zamora es mejor que la cecina de Salamanca?" Y, al fondo de la cuestión, hay quienes prefieren la de Salamanca y hay quienes prefieren la de Salamanca. Por cierto, ¿hay cecina en Salamanca?
ResponderEliminarYo prefiero a Gimferrer, pero no por eso voy a proclamar que Goytisolo no lo merezca. Y cecina, la de León.
ResponderEliminarInteresante tema y discusión Vicente Luis Mora, he pasado a dar una mirada lectura, a sugerencia de mi buen amigo Antonio Arroyo,
ResponderEliminarmis saludos desde Santiago de CHILE
Leo Lobos
Saludos, Leo, gracias por venir por estos lares.
ResponderEliminarNo estoy segura pero diría que no ha intervenido en esta, por cierto, interesante discusión, ninguna mujer (con ello no digo que sea voluntariamente falocrática, pero así ha quedado).
ResponderEliminarYo, en realidad, venía a romper una lanza en favor de Bernhard. Tengo la impresión de que es muy fácil criticar que se acepte dinero por parte de quién lo tiene, o tiene por lo menos una estabilidad en ese sentido. Por lo que sé de Bernhard, no era su caso, y además le horrorizaba la fantasía de verse en la miseria.
Se habla de rechazar un dinero de un premio literario muy alegremente, ¿por qué habían de hacerlo? ¿es que los escritores han de ser los adalides de no sé exactamente qué moral? ¿o han de ser buenos escritores? ¿y como tales no pueden permitirse el lujo de ser contradictorios y denunciar precisamente esa especie de no sé qué moral reconociendo que aceptan dinero de manos de quiénes desprecian, como precisamente tiene que hacer un enorme porcentaje del género humano?
Por otra parte, ya nos podríamos dar con un canto en los dientes si hubiéramos tenido aquí a personajes de la talla de Bernhard o Sartre.
Saludos a todos.
Creo que fue Borges -al ser preguntado por Sábato sobre si le interesaba realmente ganar el Premio Nobel-quien dijo: "no me vendría mal esa plata, che."
ResponderEliminarEsto de los Premios Cervantes cada día se parece más a la rifa de una pensión vitalicia, algo puramente institucional y bancario.
Como hay tantos buenos escritores que lo merecen, y de tan ínclita trayectoria, yo propongo que se lo den al que aún no ha pagado la hipoteca de su casa o que aún tenga que alimentar a su prole o a su perro.
Cualquier cosa, pero que no parezca una piñata, por favor
No veo a Antonio Muñoz Molina en esa encuesta, y sí a Almudena Grandes.
ResponderEliminarNo sé, no sé...
En mi opinión, el comentario del Sr. Luis Mora de que a Issac de Vega no lo han leído ni muchos españoles ni muchos canarios es fruto de la ignorancia para salir del paso... En la península NO SÉ, pero en Canarias me consta que la obra de Isaac se sigue, y mucho, igual que la de otro compañero suyo de generación fallecido este mismo año: Rafael Arozarena. No pretendan cubrirse lagunas intelectuales con comentarios gratuitos para salir del paso, por favor. Un saludo.
ResponderEliminarNo me he cubierto ninguna ignorancia, que he tenido la humildad de reconocer.
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