En junio de 1872, una mañana
temprano, asesiné a mi padre, acto que me produjo una tremenda impresión.
Ambroise
Bierce, “Una conflagración imperfecta” (1886)
*
A principios de
los años setenta, en el New York Times
Magazine se informaba del descubrimiento de los “buenos tasaday” de la
selva tropical de Filipinas, un pueblo que no tenía palabras para designar el
conflicto, la violencia o las armas. Resultó que los tasaday eran unos
granjeros locales que se habían vestido con unas hojas para hacerse una foto,
con el fin de que los compinches de Ferdinand Marcos pudieran hablar de su
“patria” como una reserva y disfrutar en exclusiva de los derechos mineros y
madereros.
Steven
Pinker, La tabla rasa (2002)
*
MODELOS
Erina es una madre modélica,
sus hijos nunca han descubierto
sus adulterios.
Lalage también es una madre
modélica,
sus retoños están gordos y
felices.
Ezra Pound, Poemas de Lustra
*
Bogdano, igual que vosotros, sabía
que los padres, en esa etapa, son intercambiables y prescindibles. Lo mismo da
uno que otro. Él no habría sabido identificar a los suyos en una rueda de
reconocimiento si los hubiesen colocado junto a otros padres mínimamente
parecidos e igualmente culpables.
Rubén Martín
Giráldez, Menos joven (2012)
*
–En cambio yo estoy seguro de no haber entendido nada –dijo Rodney
después de emitir un gruñido y de vaciarse la boca con un trago de cocacola–.
Pero me temo que la culpa de eso no es de Wong, sino de [Harold] Pinter. Ya no
me acuerdo dónde leí cómo descubrió su método de escritura. Estaba el tipo con
su mujer y le dijo: “Cariño, tengo escritas varias escenas bastante buenas,
pero no tienen ninguna relación entre sí. ¿Qué hago?”. Y la mujer le contestó:
“No te preocupes: pégalas todas, que ya se encargarán los críticos de decir lo
que significan”. La cosa funcionó: la prueba es que no hay una sola línea de
Pinter que los críticos no entiendan perfectamente.
Javier
Cercas, La velocidad de la luz
*
Pero nuestros museos son
zafiedades. Como si se arrancaran a ciegas hojas de diferentes libros de
lenguas diversas y se reunieran en un volumen lujoso, así son nuestros museos.
Rainer M. Rilke, Diario florentino
*
Todo eso buscaba yo en los libros:
¿mato o no mato a mi vecino?, ¿estrangulo a su perro o no lo estrangulo?
J. Á.
González Sainz, Un mundo exasperado
*
Los enanos tienen una especie de
sexto sentido que les permite reconocerse a primera vista.
Augusto
Monterroso, Lo demás es silencio
*
Acaeció este mismo día que pasaron
por la plaza seis azotados, y diciendo el pregón: “Al primero, por ladrón”, dio
grandes voces a los que estaban delante dél, diciéndoles:
- Apartaos, hermanos, no comience aquella cuenta por alguno de
vosotros.
Miguel de
Cervantes, El licenciado Vidriera
*
Cuando algún necio me dice que le
ha gustado uno de mis poemas, me siento como si me hubieran robado la cartera.
W. H. Auden, Escribir
*
-O bien estoy tomando algo y no lo recuerdo o bien no estoy
tomando nada y tampoco lo recuerdo. Mi vida es o bien o bien. O bien mastico
chicle normal o bien mastico chicle sin azúcar. O bien mastico chicle o bien
fumo. O bien fumo o bien gano peso. O bien gano peso o bien me dedico a subir
corriendo las gradas del estadio.
-Suena a vida aburrida.
-Espero que dure eternamente –dijo.
Don DeLillo, Ruido de fondo
*
Preguntóle uno qué haría para no
tener envidia a nadie. Respondióle:
- Duerme; que todo el tiempo que durmieres será igual al que
envidias.
Miguel de
Cervantes, El licenciado Vidriera
*
Topó una vez a una tendera que
llevaba delante de sí una hija suya muy fea, pero muy llena de dijes, de galas
y de perlas, y díjole a la madre:
- Muy bien habéis hecho en empedralla, porque se pueda pasear.
Miguel de
Cervantes, El licenciado Vidriera
*
El poeta beat Lew Welch (1936-1971) nunca
tuvo el mismo grado de reconocimiento que sus amigos y colegas, los escritores
Gary Snyder, Philip Whalen y Jack Kerouac. Poca gente leyó la poesía de Welch
mientras vivía, y aún menos lo hace hoy. Sin embargo, Welch escribió una línea
que llegó a ser más famosa que nada escrito por cualquiera de sus
contemporáneos. Durante muchos años, fue conocida por todos los norteamericanos.
Desgraciadamente, esa frase no pertenecía a ninguno de los poemas de Welch. En
realidad, fue un eslogan que escribió para un anuncio dentro de su trabajo
diario en una agencia de publicidad; un eslogan que fue incesantemente usado en
televisión y anuncios de prensa. Esta es la línea: “Raid las mata bien muertas”.
Steven Shaviro, Connected, or What
It Means to Live in the Network Society (2003)
*
Periodista: ¿Por qué no escribe usted como habla?
Gertrude Stein: ¿Por qué no lee usted como escribo?
*
Entonces me
acuerdo de que leí sobre un experimento en el que un grupo de monos a los que
se les daba a elegir entre escuchar a Mozart y escuchar rock and roll eligieron
a Mozart, pero cuando les daban a elegir entre Mozart y el silencio elegían el
silencio.
Sigrid
Nunez, El amigo (2018)
*
Lo que nos falta en nuestra
cultura, donde brutales confesiones son contrarrestadas por el miedo
políticamente correcto al acoso que mantiene a raya a los otros, es el espíritu
que encarna inmejorablemente Gore Vidal. Vidal dio la respuesta perfecta a un periodista
groseramente indiscreto que le preguntó a quemarropa si su primera pareja
sexual había sido un hombre o una mujer: “fui demasiado educado como para
preguntar”, dijo.
Slavoj Zizek[i]
*
Cuando el
escritor gaditano Alejandro Luque llevaba 23 años trabajando como periodista
cultural, su madre aprovechó un momento de tranquilidad y le preguntó:
-Hijo, ¿cuándo te vas a buscar un trabajo?
*
Un día, uno de esos chicos se
acercó a mí. (...) Se me recomendó, en pocas palabras, que en adelante escribiese
peor, pues si no... Formulada esa aposiopesis
miré con aire interrogante al orador, quien llenó el vacío asegurándome que “me
aniquilaría”. ¿Cómo no quedar estupefacto ante tal exigencia? Debía escribir
peor de lo que hasta ahora había escrito, lo cual, a juzgar por su propia
opinión de mis versos, sería empresa difícil, y también peor de lo que escribía
él, y tal vez esto fuera imposible.
Thomas De
Quincey, Suspiria de profundis
*
Londres se ha tragado a muchos
millones de jóvenes llamados Smith.
Virginia
Woolf, Miss Dalloway (1925)
*
Carvalho se encoge de hombros,
como aceptando la fatalidad del paso del tiempo.
Vázquez
Montalbán
*
Lo peor que le puede ocurrir a un
ser humano es ir por la vida pensando que no ha reunido méritos suficientes
para ser socio de un club de golf.
Manuel
Vázquez Montalbán
*
Es necesario descansar de vez en
cuando. Hay años en que no está uno para nada.
Julio Camba
*
Hasta alrededor del año 2300, los dictonianos se parecían todavía
a los hombres como hermanos gemelos [...] El duismo promulga la creencia de que
cada vida conoce dos muertes, la anterior y la posterior, la de antes del
nacimiento y la de después de la agonía. Los teólogos dictonianos se hacían
cruces, estupefactos, cuando, tiempo después, oían de mi boca que nosotros, los
terrestres, no pensábamos así y que había iglesias que sólo se interesaban por
una, o sea la existencia posmortuoria. No podían comprender por qué a la gente
le era desagradable la idea de su futura desaparición y, en cambio, no les
molestaba pensar que antes de nacer no estaban en el mundo.
Stanislaw
Lem, Diarios de las estrellas
*
Los que mejor han hablado de la
muerte han muerto.
Jules Renard,
Diario
*
A partir de este presupuesto la
obra de Zorn abarca un sinfín de géneros; ninguno sale con vida.
Eloy Fernández Porta, Afterpop
*
Mi cabeza ha vivido algunas
jornadas creativas, pero todavía no la del sol.
Lichtemberg
*
Tenéis la posibilidad de someter
al yugo benefactor de la inteligencia a seres desconocidos que viven en otros
planetas, tal vez todavía en estado de libertad salvaje. Si no entienden que
les llevamos una felicidad matemáticamente infalible, tendremos que obligarlos
a ser felices.
Yevgueni
Zamiatin, Nosotros
*
Una vez le preguntaros a Oscar
Wilde cuáles eran las cinco mejores del siglo XIX. Esta fue su respuesta:
-Es una pregunta muy difícil. Yo sólo he escrito tres.
*
Estos son mis principios. Si no le
gustan, tengo otros.
Groucho Marx
*
Esto es lo que ocurre en los
versos de Dehmel: por más que el poeta quiere meter en ellos a Dios y al mundo,
ellos se niegan a entrar.
Franz Blei, El gran bestiario
*
Ésta es una idea
que tengo desde hace mucho tiempo, casi podría decir desde siempre. Su
enunciado es por demás simple: todo el engorro y la dificultad de fabricar
miniaturas podrían evitar haciéndolas grandes.
César Aira, Continuación de ideas diversas (2014)
*
Acaba de aparecer La caída en el tiempo. Me niego a
conceder entrevistas, como también a hacer cosa alguna para el lanzamiento del
libro. “Sería en verdad degradante”, dije a alguien. “Pero, entonces, ¿por qué
lo ha publicado? Es usted inconsecuente”, me replicó. “Tal vez sí, pero hay
grados en el impudor”, respondí.
Emil Cioran, Cuadernos 1957-1972
*
La práctica de la hambruna es un
negocio rentable.
Rafael Pérez
Estrada, Diario de un tiempo difícil
*
Y puedes escribir pocos libros: la
gente persiste en no conocerlos todos.
Theóphile
Gautier
*
En los puestos de libros de la
ribera del Sena, en una caja llena de novelas policiacas inglesas, ¡encuentro
un San Juan de la Cruz en formato de bolsillo! Se debe, creo, al título: The Dark Night of the Soul. También es cierto que la portada
era demasiado chillona y era posible, si no inevitable, la confusión.
Emil Cioran, Cuadernos 1957-1972
*
También había un poeta
al que habían de practicarle la
cesárea,
era preciso extraerle un pedo
inconmensurable,
un pedo que venía en mala postura.
Era preciso actual con diligencia,
con prisa,
con toda la prisa del mundo,
antes de que el gran pedo se
malograra.
Ya un encuadernador de urgencia
esperaba al pedo.
Ya un bibliófilo esperaba a aquel
pedo,
no a otro.
Rafael Pérez
Estrada, Diario de un tiempo difícil
*
Un manuscrito guardado demasiado
tiempo en casa se vuelve un huésped incómodo. No sabemos cómo deshacernos de
él, como ponerlo en la calle. En ese momento de exasperación es cuando acudimos
por fin al editor.
Cioran, Cuadernos 1957-1972
*
En los columpios del parque
infantil del Zappeion una niña está colgada de la barra horizontal. De repente,
sin parar de columpiarse, empieza a gritar “socorro”, imitando por momentos una
voz masculina, por momentos la de un dibujo animado.
Un instante después, de detrás de
los arbustos aparece una mujer. Sin decir palabra, se sube con ímpetu la
cremallera de la falda y empieza a abofetear a la niña hasta partirle la nariz.
Michel Fais, Historias enterradas
(vivas)
*
Alejé y acerqué la imagen
satelital en tiempo real del mapa de Iowa, cambié las escalas y superpuse
fronteras geopolíticas. Charles tenía razón: Iowa era el Estado Rectangular. En
realidad, usaba el satélite para seguir el rastro de mi obra maestra: una polla
y unos cojones de cuarenta metros cuadrados que estaba trazando sobre los
tallos de maíz para saldar una deuda con Dios y agradecerle por haberme hecho
nacer en el equivalente cultural de una de esas máquinas que se usan en las
ferreterías para agitar latas de pintura.
Douglas
Coupland, Generación A (2009)
*
En literatura, el lenguaje es lo
de menos.
Alberto
Vázquez Figueroa, en El País,
04/11/2000
*
El ascenso espiritual no consiste, verbigracia, en pasar
paulatinamente de la lectura de libros mediocres a la lectura de libros
eximios, sino en hallarnos repentinamente incapaces de leer al mediocre.
Nicolás Gómez
Dávila, Escolios a un texto implícito (1977)
*
Me acuerdo de que Vittorio
Saltini, al hacer en el Espresso una
recensión sobre mi intervención en el Menabó
(el Espresso era por aquel
entonces el bastión del antiexperimentalismo), me cazó con motivo de una frase
mía en la que yo estimaba un verso de Cendrars donde se parangonaban las
mujeres amadas a los semáforos bajo la lluvia, lo cual le llevó a observar
aproximadamente que yo era un tipo para tener reacciones eróticas únicamente
con semáforos, hecho que hizo que en el debate yo le respondiese que, ante una
crítica de este tipo, lo único que podía hacerse era invitarlo a que me enviase
a su hermana.
Umberto Eco,
prólogo a Opera aperta (1962)
*
(Titular real de un periódico de
provincias)
Grandes atascos en las carreteras
al coincidir el final de julio con el principio de agosto.
Citado en
Rodolfo Serrano,
Un
oficio de fracasados. Libelo pro y contra el periodismo (2006)
*
Había novedades cuando volví de ir
a buscar caballo. Lo primero de todo es que Cowboy se volvió loco tras tomar
tres vasos de jCola y se citó con una chica usando su pseudónimo en
chockingforit.com. Decidieron quedar en el Denny’s que estaba junto al edificio
donde vive su hermana, y entonces apareció su hermana, y resultó que sí, que se
había citado con su hermana. Juró dejar el sexo para siempre.
Douglas
Coupland, jPod (2006)
*
Pero ella parecía dura de pelar y
él no quiso insistir. A lo mejor era una de esas mujeres que prefieren conocer
un poco al hombre con el que follan. Fil estaba acostumbrado a todo tipo de perversiones,
también a ésa.
Ste Arsson (Miguel Serrano Larraz), Los hombres que no ataban a las mujeres (2010)
*
Muchas veces le llevaban a Picasso
uno de sus cuadros para que lo autentificara. Hubo casos en que el pintor se
negó a reconocer su propia obra si esta ya no le gustaba. “¿Pero, maestro, no
recuerda que le he comprado esta pintura a usted en persona en este mismo
taller?”, exclamó un coleccionista angustiado. “Es que yo también pinto a veces
Picassos falsos”, contestó el pintor.
Manuel Vicent[ii]
*
En 1949, un americano llamado
James T. Mangan presentó unas escrituras en el registro de propiedad de Cook
County y, apoyándose en la autoridad fiscal del estado, reclamó la propiedad
del Espacio. Tras haber puesto a su vasto territorio el nombre de Celstia, el
señor Mangan notificó de su demanda a todos los países del mundo, les advirtió
de que no intentasen viajar a la luna y solicitó el ingreso en las Naciones
Unidas.
Alberto
Manguel[iii]
*
Señores, existen sobre la tierra
ambientes menos o más ridículos, vergonzosos y humillantes, y asimismo la
cantidad de estupidez no es igual en todas partes. Así, por ejemplo, el medio
de los peluqueros me parece, a primera vista, más sujeto a la tontería que el
medio de los zapateros. Pero lo que sucede en el medio artístico del orbe
supera todos los récords de la estupidez y la infamia, hasta tal punto que un
hombre normalmente decente y equilibrado no puede dejar de inclinar su rostro,
inundado por el sudor de la vergüenza, frente a esas orgías infantiles y pretenciosas.
Witold
Gombrowicz, Ferdydurke (1937)
*
En cuanto a mi
conciencia, podía acostumbrarse en pocos meses.
Iris Murdoch,
Bajo la red (1954)
*
¡No te imagino en una de esas
animadas tertulias de poetas, novelistas, críticos, filólogos y gramáticos que
tanto gustan a tus paisanos, discutiendo con ellos de temas literarios por toda
la eternidad! ¡Qué castigo cruel el de sufrir la compañía de académicos y
cortesanos, figurones y enmedallados, toda esa benedetta cohorte de atorrantes,
poetas cavafianos, musas letradas, bodrios henchidos de vanidosa
autosuficiencia de la que huías con horror!
Juan
Goytisolo, La cuarentena (1991)
.
[i] Slavoj Zizek, “Teme a tu prójimo como a ti mismo”, VVAA, Los otros entre nosotros. Alteridad e
inmigración; Círculo de Bellas Artes, Madrid, 2009, p. 31.
[ii]
Manuel Vicent, “Van Meegeren, la vanidad del falsificador”, El País 22/05/2010.
[iii] Alberto Manguel, Letra
internacional, nº 68, otoño 2000.
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