lunes, 20 de junio de 2016

Breve nota sobre el hombre que ríe



Víctor Hugo, El hombre que ríe (1869); Pre-Textos, Valencia, 2016, traducción de Víctor Goldstein.

Los fanáticos del papel suelen esgrimir el argumento de la falta de concentración provocada por las tecnologías. Siempre sonrío un poco cuando lo escucho, sobre todo cuando leo en pocas sentadas un libro como éste, de 1029 páginas. A lo largo del día de ayer, en que hice bastantes y muy diversas cosas, mi escasa concentración me permitió leer casi 600 páginas de esta maravillosa novela, anotando ideas y citas, además de recorrer, tomando las debidas y continuas notas, los capítulos III y IV del Prefacio a Platón de Havelock. Dicho esto, recomiendo como gimnasia ‘concentradora’ esta brutal novela de Victor Hugo, que contiene en su interior otras cuatro o cinco historias largas, entre ellas una novela de terror psicológico, otra que presenta a Gwynplaine como inspirador del archivillano Joker (influencia reconocida por Bob Kane), una novela social deconstructora de las figuras de la monarquía y la aristocracia (la obra habla de “historia vista en camisón”, p. 906, y Hugo decía que parte de sus propósitos de El hombre que ríe eran “pedagógicos”), una novela de aventuras condedemontecristianas, una obra de teatro que mezcla la Comedia de los errores y Romeo y Julieta, y una narración más general o vasta sobre la idea de monstruosidad como parte esencial y mitad constituyente del ser humano. Por ése y otros motivos, la memorable y desoladora El hombre que ríe es y seguirá siendo, por desgracia, una obra de perpetua actualidad.




[Relación con la editorial: Pre-Textos edita regularmente mi libros de poemas]

2 comentarios:

Ilkhi Carranza dijo...

Qué razón tienes al decir que las tecnologías no son el motivo para estar desconcentrado durante la lectura de un libro.

En el discurso de inauguración de una biblioteca en 1958 el escritor Louis Aragon se dirigió a su audiencia con esta pregunta:
"¿Decís que las novelas provocan malos pensamientos? Vamos, hombre, eso será en quienes ya los tienen..."

Pues esto es lo mismo, quien está desconcentrado no tiene por qué buscar una excusa en las tecnologías.

Gracias por la recomendación de esta novela.

Saludos.

Vicente Luis Mora dijo...

No conocía la anécdota, es muy buena. Saludos y gracias.