jueves, 25 de mayo de 2017

Entrevista por Ernesto Castro


El joven filósofo Ernesto Castro me ha realizado una extensa entrevista, en la que aborda casi todos los libros que he escrito -trabajo ímprobo a estas alturas, y que le agradezco- y los comenta y me hace preguntas al respecto. Además, hablamos de crítica literaria, me animo a plantear las líneas estéticas de fuga de la literatura actual, intento buscar lo que serían actualmente en literatura modelos similares al "conceptual institucional" de un Haacke, me pregunta sobre cuestiones de campo, expongo los mecanismos de la "institucionalización inversa" en que puede caer un crítico de la cultura, comentamos fenómenos de inmigración y globalización cultural, Ernesto me pregunta por la nueva poesía, y, lo que es más difícil aún, sobre el futuro.


12 comentarios:

Ilkhi Carranza dijo...

Toda la entrevista es muy interesante. Pero, sobre todo, destacaría el momento en el que dices:

"La posmodernidad se puede haber extinguido, pero nos hemos quedado con los peores resabios. Con las cosas tan interesantes que había dentro de lo posmoderno, dentro de lo artístico y de lo discursivo, y de ciertas formas de repensar los orígenes del discurso, etc. Creo que en realidad nos estamos quedando con lo peor de la posmodernidad, y, sobre todo, con lo de "todo vale" y lo de que "todo vale lo mismo", y creo que eso no nos ayuda. [...] Al final coincide punto por punto la aplicación a rajatabla de esos "principios" con lo que cierto sector del mercado nos ofrece como producto de consumo. [...] En todo este maremágnum de que "todo vale lo mismo" ¿Cuál es el papel del crítico cultural? ¿Si todo vale igual, para qué somos necesarios nosotros? Cuando no hay crítico, el crítico es el mercado."

Todo esto que dices me lleva a una digresión histórica, cuando Andy Grundberg publicó en 1986 un ensayo sobre la posmodernidad.

"In fact, we could even concede that postmodernist art could incorporate the modernist "look" as part of its diversity. But this pinpoints exactly why no one was ever satisfied with pluralism as a concept: it may well describe the absence of a single prevailing style, but it does not describe the presence of anything. A critical concept that embraces everything imaginable is not of much use."

Hace treinta años ya se debatía sobre este callejón sin salida de la posmodernidad, pero la mayoría contestaba con un "It's all changing, it's all fun..." y el mercado, como tu bien dices, ejerciendo de crítico.

Te animo a que sigas haciendo crítica en este blog y en todos los sitios en los que puedas, pues es muy necesario.

Un saludo


Vicente Luis Mora dijo...

Gracias, Ilkhi, estoy trabajando precisamente sobre esos temas, sobre el lugar de la crítica en este lugar y este tiempo en los que todo parece lo mismo. Y no lo es. Un cordial saludo y gracias por comentar.

Bonifacio Álvarez dijo...

Me gustó la entrevista y coincido en muchas cosas. Aparte de lo citado más arriba acerca del “mercado como único crítico” si se le deja solo, también es cierto que hay que intentar apoyar al escritor “trabajador” frente al oportunista que improvisa lo que el mercado demanda… o lo que la gente quiere leer, que viene a ser lo mismo.

También subscribo la diferencia entre mercado y mercantilismo. Ciertamente una cosa es el capitalismo (como sistema económico concreto, más o menos criticable) y otra la voraz ideología que dicho capitalismo conlleva. Y que también influye y determina el mercado editorial.

Lo de escribir para “iluminar zonas ignoradas hasta ahora” es una excelente premisa (aunque difícil).

En cuanto a esa idea de escribir intencionalmente en un registro que abarque tanto lo culto/excelso/erudito como lo popular, y capte (y enriquezca) a cualquier clase de público mediante un “combinado que funcione”… como en el ejemplo de García Márquez que citas… creo que no es algo que pueda hacerse estudiada y conscientemente como una fórmula química. Pienso que cualquiera fracasaría al plantearlo así.

Más bien es algo tan sencillo (pero tan difícil) como inflar Macondo como un globo hasta convertirlo en un planeta. Pero sin que deje de ser una simple aldea en vez de Nueva York.

Vicente Luis Mora dijo...

Hola, Bonifacio, gracias por dejar tu opinión. Sé que es difícil ese proyecto de escribir "para todos, pidiendo el máximo a cada uno", pero no lo tomo como un método, sino como un anhelo. Además, soy consciente de que en algunos libros la mera elección del género (como en "Construcción", donde la poesía experimental disuade a los no proclives y habituados a leer poesía), imposibilita de raíz mi proyecto. Se hace lo que se puede.
Saludos y gracias por venir.

Anónimo dijo...

Sr. Mora Suárez-Varela,

Gracias por su entrada.

Hay un punto de la entrevista donde afirma que el momento de la publicación de «Alba Cromm» fue temprano para pretender una suerte de obra omnidireccional, y que por lo tanto el libro le parece semifallido (o semiacertado). El motivo que aporta es su insuficiente madurez como escritor en el momento de intentarlo.

Recuerdo, en una fenomenal entrevista de Soler Serrano a Julio Cortázar que sin duda conocerá, al argentino contando que él, en general, no publicó precozmente porque sabía cuál era el mínimo nivel que pretendía alcanzar. Y comenzó a publicar cuando sintió haberlo alcanzado. Con todo, en esa misma entrevista, Cortázar afirmaba que un libro más siempre es en realidad un libro menos. Menos en el camino del libro total y absoluto, que por otra parte no escribes nunca porque te mueres antes.

Mi pregunta para usted es si hoy, incluso reconociendo una actitud ventajista o resultadista, preferiría no haber publicado «Alba Cromm», aunque solo fuera porque cree estar preparado para hacerlo mejor ahora. Pero en tal caso, digo yo que tendría que preferir escribirlo dentro de seis meses, cuando presuntamente esté todavía más preparado; y por qué no, dentro de seis años.

Domínguez Caparrós, en su obra sobre teoría literaria, afirmó en relación con el ejercicio de la crítica, algo como que más valía superar el “relativismo paralizante” confensando los límites del método elegido y asumiendo el coste de oportunidad de no haber elegido no ya otro, u otros, sino todos los demás. Pensándolo bien, más o menos es como decir que conviene autodisculparse por no ser Dios.

Me imagino que estará de acuerdo con que el escritor debe aceptar, en este y otros sentidos, “el látigo que Dios le dio”, como lo expresó Capote en su prefacio de «Música para camaleones», y flagelarse recelando de todas sus obras pasadas, hecho común; pero no por ello disuadirse de escribir, aunque sepa (o mejor dicho, crea) que lo haría mejor después. Pero hay un momento en el que «después» es lo mismo que estar muerto, así que muy probablemente lo mejor será que los escritores escriban. Eso sí, que escriban bien.

Un saludo.

Iván A.T.

Vicente Luis Mora dijo...

Estimado Iván,

Gracias por venir y por su pregunta y sus interesantes referencias.

No, claro que no me arrepiento de haber escrito y publicado "Alba Cromm", pero uno contempla los libros desde el "futuro", como usted bien sugiere, y desde esta atalaya es bien fácil mirar hacia atrás con una perspectiva crítica, a la que además se suma la crítica literaria -la recepción que tuvo la novela-. Con todos esos mimbres, hay cosas que hoy no haría, o que haría de un modo distinto, pero esto, como usted dice, es jugar con ventaja -y quizá con algo de injusticia-. Alba Cromm es lo que quería hacer en 2005, cuando empecé a subir textos al blog de Alba, 5 años antes de su publicación. Quiero decir que hace 12 años de aquella pulsión, y yo era otro, y otras mis inquietudes.

En otoño aparecerá mi nueva novela, "Cabeza de Vaca", y si usted la lee podrá entender hasta qué punto hay líneas de Alba Cromm que me siguen interesando y otras que he descartado por completo. Y creo que precisamente esos descartes, esas opciones alternativas, son las que hacen de "Cabeza de Vaca" una novela mucho mejor y más madura que la anterior. Pero esa es mi opinión, puedo estar equivocado, y seguramente dentro de 12 años tendré una opinión -mejor o peor-.

Un saludo y gracias por escribir.

Gema dijo...

Buenas noches.
Me ha interesado mucho cuanto dice, muy especialmente sus inquietudes como poeta: lo lingüístico como forma de estar en el mundo y el intento de ordenación del caos. Para una, que no es poeta, filósofa, crítica ni nada que se le parezca, son dos líneas vitales y de pensamiento que me distancian de los que me rodean y, sin embargo, me anclan al entorno.
Por otro lado, me gustó y divirtió escucharle esa " confesión" sobre dejarse arrebatar para luego relativizar el arrebato. También comparto su natural "bienveillance" hacia los nuevos fenómenos poéticos de masas, calificándolos de síntoma y desdramatizando su exitosa aparición.
Temo que este comentario aporte poco al debate y sea demasiado pueril. Puede Vd. no publicarlo, sin compasión.
Un saludo.

Vicente Luis Mora dijo...

Estimada Gema, aquí no sobra ningún comentario (salvo los insultantes, por fortuna hace tiempo que ya no llegan). Gracias por escribir, pero, sobre todo, ¡gracias por ver una entrevista tan larga! Agradecimiento que quiero extender también a Iván, Bonifacio e Ilhki, por supuesto. Siempre es sorprendente para mí que a alguien le interesen las cosas que cuento. Gracias de verdad, Gema. Un saludo y bienvenida siempre.

gozuguerrero@gmail.com dijo...

opiniones y reflexiones las tuyas que siempre me ayudan y enriquecen. ahora más. como bien dices en la entrevista, ha sido despejada esa vehemencia que antes te acompañaba (yo diría que no era para tanto), actitud, en todo caso, sabia, necesaria y loable. (d.f.w. sufrió una transformación parecida que se hace patente en sus penúltimas y últimas reflexiones). (algo parecido intenta pablo iglesias, pero parécese que todavía está en ello).
un seguidor atento y agradecido.

Vicente Luis Mora dijo...

Muchas gracias, Gozu (¿es así?). A ver, sigo teniendo mis momentos punkis, pero los reservo para los libros de ensayo y algún otro texto por salir. Lo que intento es moderarme en las entrevistas, porque las ideas contundentes requieren de contexto y de longitud de explicación. Es mejor escribirlas que decirlas. Un saludo y gracias.

miguel guerrero dijo...

no, gozu no. me identifico: soy miguel guerrero. lo de gozu se refiere a la extraña peli del extraño takeshi miike, de que me apropié para mi correo y que por mi torpeza tecnológica se ha colado en la cabecera de mi comentario.
me parece estupendo eso de "momentos punkis", hay que meterle un punto de intensidad a los que se dice.
salud

Vicente Luis Mora dijo...

Perdona, Miguel, respondí según el nombre que vi en la cabecera del mensaje. Saludos.