Eh, eh, eh, eh. Eso que dices de la fragmentariedad de camuflaje está muy pero que muy guapo ahí, eh —como el ‘Skyline’ de Niu Yor Siri – Siri, Siri (‘Delayed Scratch’), caramba—. Y no porque lo diga yo también en mi último post.
Bien. Decíamos, aunque pretender predicciones sobre el gusto del público lector es un gesto más bien obsceno, como bosquejar una fórmula a partir de la cual sea posible acceder a la ficción de ‘éxito-barra-proyectiva’ para los próximos años, como si fuésemos vulgares especuladores de bolsa —aunque por supuesto, lo somos—; pienso que una vez llevado a su (más excesivo) límite (algo, por cierto, necesario) el carácter fragmentario de la novela, no parece difícil prever que La Crítica® reanudará en breve, si es que no lo está haciendo ya, la evaluación sobre la Erótica del Mamotreto y lo sutil y bizantino de las bisagras a partir de las cuales ensamblar pequeños relatos o meras anécdotas que integren una prosa que quiera presumirse monolítica; un recurso(*), por cierto, entrado de largo en la senectud de la Historia Literaria. Y es por esto, creo, pienso, sospecho tímidamente, en definitiva, por lo que vuelve a gustarnos ejemplares de estructura como el de José Morella, o [aquí un ejercicio de 'brainstorming' recordatorio] ‘Zona’, de Mathias Enard, libro que todavía no he leído pero que por supuesto me muero de ganas por hacerlo.
En otro orden de cosas, ‘Temporada de caza para el león negro’ también está muy bien: http://berliner-haus.blogspot.com/2009/03/temporada-de-caza-para-el-leon-negro-de.html
Un abrazo,
(*)esta suerte de metaficción con la que engrosar el volumen del ejemplar; en muchas ocasiones repercutiendo negativamente en sus niveles de colesterol e inflando sus tejidos adiposos. O como dirían Los Chicos del Bronx, metiendo mierda a cascoporro. ‘Infinite Jest’, novela que me persigue hasta en mi existencia onírica, da cuenta de lo que digo. ¿No, o qué?
Tomo nota de los libros comentados para cuando tenga dinero para comprarlos.
Por cierto, lo de Morella no, porque no lo conocía. Pero tengo la manía de pronunciar el nombre de Ricardo Piglia a la italiana :-P Me es más difícil leerlo en español. No sé por qué.
En esta dirección http://www.casadellibro.com/libros/mendez-rubio-antonio/mendez2rubio32antonio
puedes adquirir La apuesta invisible junto a Trasluz, un tremendo libro de poesía de Antonio. Méndez Rubio es uno de los poetas que me parece más interesante de nuestro panorama, y es un teórico estupendo. Te lo recomiendo vivamente. Saludos, Ana.
Hola a todos, precisamente ahora estaba leyendo "Ágape se paga" de William Gaddis (Sexto Piso, 2008) y coincide con "Asuntos propios" en la continuidad de caja y en esta fragmentación de la que habla Vicente. Me da la impresión de que no coinciden en temas, ni recursos pero parece que hay una proximidad más que tipográfica o estructural. En cuanto me pille AP lo compruebo.
Desde el prólogo, Fresán deja en el aire la unión del discurso (y una posible no fragmentariedad) a través del Ruido. Él habla de ello como aspecto exterior a la obra pero podría pensarse como hilo conductor del texto. No se si en Morella podría encontrarse algo parecido.
Apoyo la consideración de Méndez Rubio, gran poeta y buen ensayista.
Hola. sobre el camuflaje, en otro orden de cosas, hay un número de Revista de Occidente dedicado al tema que está muy bien. Se analiza, entre otras cuestiones, la relación entre camuflaje bélico y abstracción pictórica, dada la experiencia de tantos artistas en la primera gran guerra. Después, se sigue con el camuflaje y el diseño en el cambio de nuestros siglos... Por si a alguien le interesa el dato... Jordi C.
Habría que preguntarse si el arte no consiste todo él en una apuesta por recuperar lo invisible, ese ángulo muerto, aquello que nos pasa o pasó desapercibido. Antropológicamente es evidente que nuestra percepción está trufada de pequeñas o grandes elipsis, por no decir 'epilepsias', hablo de las 'picnolepsias' de Virilio en su Estética de la desaparición, de las 'indeterminaciones' textuales de Wolfgang Iser o de los 'infraleves' de Duchamp. Esas elipsis pueden ser personales o sociales. Pienso en ese contenido ausente como en cierto tipo de 'virtual', que el artista se encargaría de hacer 'actual' a través de su obra. Se trataría de algo así como de recuperar no tanto el tiempo perdido, sino la 'percepción perdida'.
11 comentarios:
Eh, eh, eh, eh. Eso que dices de la fragmentariedad de camuflaje está muy pero que muy guapo ahí, eh —como el ‘Skyline’ de Niu Yor Siri – Siri, Siri (‘Delayed Scratch’), caramba—. Y no porque lo diga yo también en mi último post.
Bien. Decíamos, aunque pretender predicciones sobre el gusto del público lector es un gesto más bien obsceno, como bosquejar una fórmula a partir de la cual sea posible acceder a la ficción de ‘éxito-barra-proyectiva’ para los próximos años, como si fuésemos vulgares especuladores de bolsa —aunque por supuesto, lo somos—; pienso que una vez llevado a su (más excesivo) límite (algo, por cierto, necesario) el carácter fragmentario de la novela, no parece difícil prever que La Crítica® reanudará en breve, si es que no lo está haciendo ya, la evaluación sobre la Erótica del Mamotreto y lo sutil y bizantino de las bisagras a partir de las cuales ensamblar pequeños relatos o meras anécdotas que integren una prosa que quiera presumirse monolítica; un recurso(*), por cierto, entrado de largo en la senectud de la Historia Literaria. Y es por esto, creo, pienso, sospecho tímidamente, en definitiva, por lo que vuelve a gustarnos ejemplares de estructura como el de José Morella, o [aquí un ejercicio de 'brainstorming' recordatorio] ‘Zona’, de Mathias Enard, libro que todavía no he leído pero que por supuesto me muero de ganas por hacerlo.
En otro orden de cosas, ‘Temporada de caza para el león negro’ también está muy bien: http://berliner-haus.blogspot.com/2009/03/temporada-de-caza-para-el-leon-negro-de.html
Un abrazo,
(*)esta suerte de metaficción con la que engrosar el volumen del ejemplar; en muchas ocasiones repercutiendo negativamente en sus niveles de colesterol e inflando sus tejidos adiposos. O como dirían Los Chicos del Bronx, metiendo mierda a cascoporro. ‘Infinite Jest’, novela que me persigue hasta en mi existencia onírica, da cuenta de lo que digo. ¿No, o qué?
Interesante tu post sobre el tema, Ibrahím: http://ibrahim-berlin.blogspot.com/2009/04/fragmentariedad-de-camuflaje.html
Increíble coincidencia. Saludos.
Tomo nota de los libros comentados para cuando tenga dinero para comprarlos.
Por cierto, lo de Morella no, porque no lo conocía. Pero tengo la manía de pronunciar el nombre de Ricardo Piglia a la italiana :-P Me es más difícil leerlo en español. No sé por qué.
Vicente,
Podrías decir la referencia del ensayo "Una apuesta por lo invisible".
Un saludo,
En esta dirección http://www.casadellibro.com/libros/mendez-rubio-antonio/mendez2rubio32antonio
puedes adquirir La apuesta invisible junto a Trasluz, un tremendo libro de poesía de Antonio. Méndez Rubio es uno de los poetas que me parece más interesante de nuestro panorama, y es un teórico estupendo. Te lo recomiendo vivamente. Saludos, Ana.
Gracias, Vicente
Hola a todos,
precisamente ahora estaba leyendo
"Ágape se paga" de William Gaddis (Sexto Piso, 2008) y coincide con "Asuntos propios" en la continuidad de caja y en esta fragmentación de la que habla Vicente. Me da la impresión de que no coinciden en temas, ni recursos pero parece que hay una proximidad más que tipográfica o estructural. En cuanto me pille AP lo compruebo.
Desde el prólogo, Fresán deja en el aire la unión del discurso (y una posible no fragmentariedad) a través del Ruido. Él habla de ello como aspecto exterior a la obra pero podría pensarse como hilo conductor del texto. No se si en Morella podría encontrarse algo parecido.
Apoyo la consideración de Méndez Rubio, gran poeta y buen ensayista.
Saludos,Pablo
Vicente, gracias. Me ha gustado escucharte.
Hola.
sobre el camuflaje, en otro orden de cosas, hay un número de Revista de Occidente dedicado al tema que está muy bien. Se analiza, entre otras cuestiones, la relación entre camuflaje bélico y abstracción pictórica, dada la experiencia de tantos artistas en la primera gran guerra. Después, se sigue con el camuflaje y el diseño en el cambio de nuestros siglos...
Por si a alguien le interesa el dato...
Jordi C.
Muchas gracias, Jordi.
Si le interesa a alguien más, el número 330 de Revista de Occidente, de Noviembre de 2008 está:
http://www.revistasculturales.com/articulos/97/revista-de-occidente/970/1/camuflaje-una-estrategia-de-la-disimulacion.html
http://www.revistasculturales.com/revistas/97/revista-de-occidente/
Un saludo.
--
c.m.
Habría que preguntarse si el arte no consiste todo él en una apuesta por recuperar lo invisible, ese ángulo muerto, aquello que nos pasa o pasó desapercibido. Antropológicamente es evidente que nuestra percepción está trufada de pequeñas o grandes elipsis, por no decir 'epilepsias', hablo de las 'picnolepsias' de Virilio en su Estética de la desaparición, de las 'indeterminaciones' textuales de Wolfgang Iser o de los 'infraleves' de Duchamp. Esas elipsis pueden ser personales o sociales. Pienso en ese contenido ausente como en cierto tipo de 'virtual', que el artista se encargaría de hacer 'actual' a través de su obra. Se trataría de algo así como de recuperar no tanto el tiempo perdido, sino la 'percepción perdida'.
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